El desafío independentista
Las desavenencias insalvables entre Puigdemont y Pascal
De la moción de censura contra Mariano Rajoy hasta el PNC: una historia por capítulos con ambos dirigentes como protagonistas
Domingo de desescalada y salta la noticia: Marta Pascal, ex líder del PDeCAT, rompe definitivamente con Carles Puigdemont y la formación heredera de Convergència. Pero, ¿qué ha llevado a la sucesora de Artur Mas a romper con la familia postconvergente? Una historia por capítulos con Puigdemont y Pascal como protagonistas. Veamos.
Las desavenencias entre ambos han sido constantes en los últimos dos años. El movimiento que desencadenó la ruptura fue el papel decisivo que la dirigente nacionalista tuvo en la moción de censura contra Mariano Rajoy que acabó con Pedro Sánchez en La Moncloa, como ella misma desveló en una entrevista posterior en la que aseguró que pagó “caro" querer “desalojar” a Rajoy.
Puigdemont, en esos momentos en Berlín, era más partidario de que el PP estuviera en el Gobierno para poder aumentar la gesticulación independentista, mantener el desafío con el Estado y seguir con su promoción internacional del “procés” sin posibilidad de mediación ni negociación con Rajoy. El discurso estaba hecho.
Sin embargo, Pascal maniobró desde Madrid con el apoyo de Carles Campuzano y Jordi Xuclà, entonces diputados del PDeCAT y ahora colaboradores del sector más moderado del soberanismo que ella encabeza. La nacionalista también medió con la ayuda de Pablo Iglesias y el PNV para arrastrar a Puigdemont hacia un “sí” inevitable.
Un movimiento que el expresident guardó en su memoria y tuvo sus repercusiones en el congreso del PDeCAT de verano de ese 2018. “No tengo la confianza de Puigdemont”, aseguró Pascal tras renunciar a la dirección del PDeCAT. El expresident presionó internamente para lograr que se apartara y llegara David Bonvehí al frente de un partido que nunca se ha presentado con su marca a unas elecciones. De hecho, integrarlo dentro de JxCat, las siglas personalistas de Puigdemont, sigue siendo uno de los propósitos pendientes.
Tras su paso atrás, Pascal inició una carrera de fondo contra Puigdemont en dos terrenos tan indisociables en política como el mediático y el político. “Cataluña no se puede dirigir desde Waterloo”, decía Pascal en La Vanguardia. "Mucha gente del PDeCAT tiene miedo a discrepar de (Carles) Puigdemont”, continuaba en el Ara. O anunciaba que dimitía de su cargo como senadora por discrepancias con JxCat y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en una entrevista en TV3 en febrero.
En paralelo, Pascal ha liderado la plataforma El País de Demà, un grupo con independientes y ex altos cargos convergentes -Campuzano y Xuclà, en el Congreso con la moción de censura contra Rajoy, también- que apuesta por un soberanismo moderado, un rechazo explícito a la vía unilateral y postulados más pactistas y liberales en materia económica.
Y detrás está el Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), una formación de nuevo cuño inspirada en el PNV -la dirigente mantiene excelentes relaciones con los nacionalistas vascos- con la que la plataforma piensa presentar batalla en las próximas elecciones al Parlament. Ya lo advertía Pascal hace ahora un año cuando, tras definirlo como un partido netamente independentista que sabe combinar sus ideales con ser útil para la sociedad vasca, aseguró del PNV: “Creo que eso es lo que tenemos que ambicionar”.
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