¿Quién puede hacerse las pruebas PCR en los centros de atención primaria?

La atención primaria ha cogido el relevo de los hospitales de hacer todas las pruebas PCR que sean necesarias para analizar el riesgo a un posible rebrote. El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña estima que en las fases de desconfinamiento se necesitarán hacer entre 13.000 y 15.000 pruebas diarias. Pero por si se hubiera equivocado con los cálculos, se ha dotado de la capacidad para poder hacer hasta 18.000 pruebas diarias. El director general de Investigación e Innovación de la conselleria de Salud, Robert Fabregat, ha explicado esta mañana que hasta hoy se han hecho 434.017 pruebas PCR.

Se ha dado prioridad a las residencias, donde han llegado a hacer 75.000 pruebas entre trabajadores y residentes. “Hemos hecho pruebas al cien por cien de las residencias que habían registrado algún brote de coronavirus”, ha dicho Fabregat. Se calcula que la población de las residencias asciende a unas 94.000 personas.

Estos test tienen como objetivo la detección directa de la presencia del virus en el momento en que la persona está infectada. Ayuda a identificar un contagio y a aislar de manera precoz a un enfermo con infección aguda y a sus contactos. Como sucedió cuando se detectaron los primeros casos, a estas personas se les restringiría la movilidad y se les recomendaría un aislamiento domiciliario de 14 días.

La prueba PCR no está pensada para toda la población. “No tiene sentido hacer pruebas PCR sistemáticas porque hoy puedes estar sano y mañana infectado. No es sostenible para ningún país”, asegura Fabregat.

Las pruebas están indicadas para los siguientes casos y siempre con prescripción médica y en base a criterios clínicos. En primer lugar, para las personas con síntomas, graves y no graves. En segundo lugar, para personas en contacto con casos de COVID-19 positivos confirmados que desarrollen síntomas durante el periodo de aislamiento. En tercer lugar, para personas sin síntomas que puede ser contagiosas en ámbitos de elevado riesgo de transmisión como las residencias, los centros de internamiento para enfermos mentales, centros para discapacitados o centros penitenciarios. Y, finalmente, para profesionales sanitarios y profesionales no sanitarios esenciales cuando se reincorporen al trabajo después de un periodo de incapacidad temporal por infección por coronavirus.