Generalitat de Cataluña

¿Cómo fue la confesión de Pujol? Un comunicado de página y media en pleno verano que sacudió Cataluña

Artur Mas, quien fue su delfín, acude al domicilio de Barcelona a visitarle por su 90 aniversario

Mas visita a Pujol en su domicilio para felicitarlo por su 90 cumpleaños
El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha acudido este mediodía al domicilio del expresident Jordi Pujol, en la ronda General Mitre de Barcelona, para felicitarlo por su 90 cumpleaños.Toni AlbirEFE

El 90 aniversario de Jordi Pujol ha llenado los periódicos, los informativos y las tertulias radiofónicas de análisis más o menos críticos sobre su trayectoria política. De la defensa de Pilar Rahola en TV3 -"Su figura política es mayor que su escándalo y sus miserias"- a la revisión de periodistas que siguieron muy de cerca sus mandatos al frente de la Generalitat, todos se detienen en una fecha: el 25 de julio de 2014.

Un viernes, para ser más exactos, el día de su confesión remitida a los medios pasadas las seis de la tarde por correo electrónico. “Mi padre, Florenci Pujol i Brugat..." Así empezaba el comunicado que acabó convirtiéndose en una de las páginas más negras de la trayectoria de un hombre que dirigió Cataluña durante 23 años.

Poco antes de ese 25 de julio de 2014, Jordi Pujol presidió su última reunión de Convergència. Se marchó antes de que terminara y sin intervenir, cercado por una portada de El Mundo con el titular: “La familia Pujol ingresó 3,4 millones en un mes en un banco de Andorra”. Mucho se ha escrito sobre los días posteriores: contrató al abogado Cristóbal Martell; Oriol Pujol, su hijo, abandonó la secretaría general de CDC y su escaño como diputado por el “caso ITV”; y Artur Mas eligió a Josep Rull como sustituto.

Todo y mucho más (Duran dejó la dirección de CiU 4 días antes del 25-J) hasta llegar a esa tarde de julio, cuando un correo electrónico con un documento adjunto de una página y media y firmado por el ex president de la Generalitat sacudió los cimientos de la política catalana. “Ante las informaciones aparecidas desde hace casi dos años alrededor de los miembros de mi familia más directa y de las insinuaciones escritas sobre el origen de los medios económicos de la misma, me veo en la obligación de poner de manifiesto los siguientes extremos...”

A continuación y en un total de siete puntos, Pujol confesaba que había tenido una cuenta oculta en el extranjero que “lamentablemente nunca se encontró el momento adecuado para regularizar” en treinta años y que era fruto de una herencia de su padre, según sus propias palabras.

Horas antes. Pujol había hablado con al menos dos personas: trasladó a Artur Mas sus intenciones y acudió al domicilio de su hermana María y su cuñado, Francesc Cabana, quien después admitiría a “La Vanguardia" desconocer la herencia de Florenci Pujol. A partir de ahí, la tormenta social, el ocaso político -el propio Artur Mas, partidario de su renuncia pública, anunció cinco días más tarde que Pujol abandonaba todos sus cargos y perdía el trato de “molt honorable” (muy honorable), así como la Medalla de Oro de la Generalitat que recibió en 2007- y el cerco judicial sobre él y su familia de sobras conocidos.

Con la vista puesta en la Audiencia Nacional

El pasado 20 de mayo, la defensa de la familia Pujol aportó un documento de la Agencia Tributaria para acreditar que no ocultan más patrimonio que el que regularizaron en Andorra. El escrito fue remitido al titular del juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que investiga a Pujol, su esposa, Marta Ferrusola, y sus hijos a raíz de la fortuna que tuvieron oculta en Andorra, recoge EFE.

El pasado mes de diciembre, la Agencia Tributaria remitió a la Audiencia Nacional un informe en el que concluía que el expresidente de la Generalitat defraudó a Hacienda 885.651 euros en el año 2000, pero que ese ejercicio fiscal ya está prescrito.

Visita de Artur Mas

Hoy, casi seis años después de ese 25 de julio de 2014 -día de San Jaime en Cataluña-, Artur Mas ha acudido al domicilio barcelonés del clan Pujol, en la ronda General Mitre, a felicitar a quien fuera su padre político.

“Vengo a felicitar al president. Noventa años no se cumplen cada día”, ha comentado al llegar, con mascarilla y ante un reducido grupo de periodistas que estaban allí. La visita ha durado hasta las 14.40 horas y, a su salida, Mas ha indicado que se encuentra bien de salud.