Cristóbal Colón

Vox y la CUP se citan el sábado frente a la estatua de Colón de Barcelona

La última vez que coincidieron el encuentro se saldó con varios independentistas detenidos para los que piden hasta 18 años de cárcel

Ada Colau estudia contextualizar la estatua de Colón, pero no retirarla
Una imagen del monumento dedicado a Colón en Barcelona EFE/Alejandro GarcíaAlejandro GarcíaEFE

Como en las viejas películas del oeste. Vox y la CUP se han citado el sábado frente a la estatua de Colón de Barcelona para medir sus fuerzas. No será un duelo a primera sangre como ocurría antes pero ambas formaciones tienen tendencia a arrastrar otro tipo de colectivos con menos escrúpulos hacia el orden público. La última vez que ocurrió se saldó con disturbios y varios independentistas detenidos por agredir a simpatizantes de Vox. Aun así, la CUP ha vuelto a recoger hoy el guante.

Así las cosas, el partido de Santiago Abascal llamaba ayer a defender el monumento. Bajo el título de “nuestra historia no se toca, se defiende”, la formación ultraderechista tiene como objetivo rodear la estatua con una cadena humana. La CUP, junto con otros colectivos antifascistas, ha pedido hoy “desconfinar el orgullo y confinar al fascismo”, en una imagen con las estatua de Colón bocabajo. El partido radical, no en vano, ha capitaneado las propuestas para desmontar la estatua en el Ayuntamiento de Barcelona que, hasta la fecha, han contado con el rechazo de la alcaldesa, Ada Colau, y el resto de fuerzas municipales.

Lo cierto es que a Vox siempre le funciona acudir a Barcelona porque siempre hay alguien al otro lado para contramanifestarse. Es decir, el caldo de cultivo perfecto para cualquier asesor en comunicación. Y ese alguien suele tener a la CUP como estandarte. Así ocurrió en mayo de 2019, cuando Vox organizó un mitin en la avenida Maria Cristina de Barcelona. Los disturbios posteriores terminaron con varios detenidos para los que la Fiscalía pide penas de entre ocho y 18 años de cárcel y la prohibición de acudir a protestas durante cinco años para siete se ellos. El Ministerio Público acusa a los manifestantes de los delitos de desórdenes públicos, lesiones, tenencia ilícita de armas, ultraje a España y también atentado a la autoridad, por haber lanzado supuestamente botellas de vidrio, cohetes y material de construcción contra la línea policial que les impedía acercarse al mitin de Vox.