La CUP pincha en su intento de boicotear el acto de Vox en la estatua de Colón

Quizás sea por las secuelas del coronavirus, pero lo cierto es que el acto de Vox congregó a mucha menos gente de la esperada. O, al meno, de la vista en anteriores actos de la formación. Quizás tenga que ver con que en Barceloma, salvo la CUP, no hay un debate real sobre la estatua de Colón. Sea como fuere, Vox ha querido organizar una protesta rodeando la estatua bajo el título “Nuestra historia no se toca, ¡se defiende!”. La CUP, no obstante había decidido montar una contramanifestación que añadía pimienta al acto.

“Aquí estamos los valientes de Vox para decir que la estatua no se toca. A ellos, a la izquierda y a los independentistas les mueve el odio. La hispanidad, en cambio, supuso un encuentro de pueblos y de culturas. Antes que la estatua de colón caerá Colau y los socialistas”, explicaba micrófono en mano el diputado de Vox por Barcelona, Juan Garriga. Y así, entre loas a la figura del descubridor y detalles sobre la construcción del monumento, transcurría la mañana sin que la CUP hiciera acto de presencia. Apenas algún paseante esporádico les gritó “racistas y homófobos” a los manifestantes, pero poco más.

Poco después de las 12 y media sonaba el himno de España, dos veces, y los manifestantes daban por concluido el acto. Solo entonces se ha escuchado: “Ahora llegan”. En efecto, un grupo antisistema, unos 30, habían sido encapsulados por los Mossos para evitar que coincidieran con los manifestantes de Vox que discurrían hacia el metro.

Un grupúsculo de la CUP conseguía colarse entre los Mossos y llegar a Colón, pero fue rápidamente rodeado. Mientras, de manifestantes de Vox ya solo quedaba un puñado.