Televisión

“Blackface”: Las diez series que han retirado episodios donde aparecían personajes con la cara pintada de negro

"30 rock", "Las chicas de oro", "Scrubs" o "The Office" sólo son unos de los muchos programas de televisión que han tenido que disculparse por la ofensa racista

Sarah Silverman se ha tenido que disculpar por su "blackfase" en su programa de sketches del año 2000
Sarah Silverman se ha tenido que disculpar por su "blackfase" en su programa de sketches del año 2000La RazónArchivo

¿Por qué es tan ofensivo que un actor blanco se pinte la cara de negro y haga ciertas alusiones a estereotipos raciales? La respuesta es simple, porque es un insulto a la dignidad de las personas negras. Así, sin más. ¿Por qué las personas no suelen tolerar bien los insultos? No lo sé, pero no lo hacen, nunca, sean blancos o negros. Los insultos denigran, en muchos casos calumnian, y siempre consiguen la humillación y la burla del otro. “¡Ah, es una broma, hay que tomárselo con humor!”, dicen algunos. Cuando la broma no hace gracia, no es una broma, es un rencor que se manifiesta, y eso es el “blackface”, no una broma, sino un rencor, o sea, el racismo sistémico que salta a las pantallas y se descubre a primera vista.

En las últimas semanas se han retirado de los servicios de streaming numerosos episodios de series míticas, la mayoría de humor, en que habían utilizado este recurso. Muchos de ellos, avergonzados, han denunciado ellos mismos el incidente, como Tina Fey, que propuso antes de que nadie lo pidiera que retiraran un episodio de su serie “30 rock” en que había un actor con la cara pintada de negro.

Los mismos cómicos han empezado su propio proceso de constricción al respecto. Sarah Silverman, en su programa de sketches del canal Comedy Central, aparecía con el rostro embetunado y con los labios excesivamente grandes. No tardó en disculparse, diciendo que entonces era una ignorante y que ahora entiende más cuál es el problema. Lo mismo hizo Jimmy Fallon, que en el mítico programa “Saturday night live” aparecía disfrazado de su compañero, el cómico Chris Rock. U otro presentador de un “late night”, Jimmy Kimmel, que en su programa “The Man Show”, aparecía múltiples veces imitando a un hombre negro.

La lista de series recientes que han tenido que borrar de sus listas de reproducción algunos episodios en las diferentes plataformas de streaming es cada vez más grande. La más sorprendente, por lo “blanca” que era, es la mítica “Las chicas de oro”. En su caso, ni siquiera era una referencia explícita, sino una broma con la posibilidad. Blanche y Rose, con una mascarilla de barro, aseguran que no son “en realidad negras”. Ni Betty White ha podido salir indemne. El episodio se emitió en marzo de 1988 y hasta ahora estaba disponible en Hulu.

Blanche y Rose en "Las chicas de oro" haciendo una broma: "En realidad no somos negras"
Blanche y Rose en "Las chicas de oro" haciendo una broma: "En realidad no somos negras"La RazónArchivo

A veces, no hace falta sacar de exhibición el episodio, sino que puede realizarse con un pequeño corte en la sala de edición. Esto le sucedió a uno de los episodios de la novena temporada de “The Office”, la serie protagonizada por Steve Carrell. En el episodio, en la fiesta de Navidad de la empresa, uno de los personajes se disfraza de “Black Peter” un elfo negro en teoría surgido del folklore holandés

El actor Mark Proksch vestido como Black Peter en "The Office"
El actor Mark Proksch vestido como Black Peter en "The Office"La RazónArchivo

Otra serie que es un clásico contemporáneo de la comedia americana es “Community”, ahora en Netflix. La plataforma de streaming decidió retirar un episodio de la segunda temporada. En él, el personaje interpretado por Ken Jeong, el profesor de español de la universidad, decide pintarse por completo de negro con una peluca blanca. En un momento, el personaje interpretado por Chevy Chase le llama “blackface” a lo que otro de los personajes le pregunta: “¿y cuándo cosas así no se considerarán un delito de odio?”

Ken Jeong disfrazado de negro en "Community"
Ken Jeong disfrazado de negro en "Community"La RazónArchivo

La serie más longeva en la televisión americana, “It’s always sunny in Philadelphia”, coprotagonizada por Danny de Vito, también es una de las series que más episodios ha tenido que retirar, En total, cinco, de sus tamporadas cuatro, seis, ocho, nueve y catorce. Charlie Day, una de sus estrellas, llega a referirse en un capítulo a que: “¡esto es tan racista!”. Otra serie que se ha visto obligada a retirar tres episodios es “Scrubs”, la comedia sobre médicos.

Uno de los ejemplos de "blackface" en la serie "Siempre está lloviendo en Filadelfia"
Uno de los ejemplos de "blackface" en la serie "Siempre está lloviendo en Filadelfia"La RazónArchivo

Las series inglesas también han sufrido la misma suerte y han visto retirados diferentes episodios de programas míticos como “Little Britain”, con la pareja formada por Matt Lucas y David Walliams. EN este caso la BBC ha llegado a retirar la serie entera, como lo ha hecho Netflix con las series, “The mighty Boosh” y “The league of gentlemen”. También se ha borrado episodios de “The peep show”.

Lo cierto es que la mala representación de la cultura negra está de actualidad después de que HBO dijese que retiraría temporalmente la película “Lo que el viento se llevó” de su plataforma. Muchos pusieron el grito en el cielo. Entendieron bien que la razón era porque la película reflejaba una visión banal y favorable de la esclavitud. Pero entendieron que la crítica se refería a los personajes blancos. Dijeron que si estaba ambientada en el sur, a mediados del siglo XIX, cómo iba a ser de otra manera. Así funciona el racismo sistémico, que ni siquiera permite que se denuncia la mala representación racial. La película ofrecía una visión banal y favorable a la esclavitud no porque los personajes blancos lo celebraban, que eso es históricamente correcto, sino porque en la película los hombres negros están de acuerdo con su condición, incluso le dieron un Oscar al personaje afable de Mammy, la doncella negra interpretada por Hattie McDaniel, a la que todo el mundo quería y ella quería a todo el mundo.

En los años 20, 30 y 40, la representación negra en el cine estaba prácticamente limitada a las comedias en que aparecían personajes pintados de negro. De esta forma, Al Jolson, Eddie Cantor, Bing Crosby, Fred Astaire, Buster Keaton, Joan Crawford, Irene Dunne, Doris Day, Milton Berle, William Holden, Myrna Loy, Betty Grable, Laurel and Hardy, Betty Hutton, The Three Stooges, Mickey Rooney, Shirley Temple, Judy Garland, y George E. Stone, entre otros, aparecieronc on la cara pintada. ¿La sociedad ha avanzado lo suficiente para reconocer que la práctica es una aberración? Al parecer, para algunos, todavía no.

Mickey Rooney y Judy Garland imitando a dos bailarines negros en "Babes in arms
Mickey Rooney y Judy Garland imitando a dos bailarines negros en "Babes in armsLa RazónArchivo

La retirada, por tanto, de toda representación de hombres blancos con caras negras no es censura, sino responsabilidad. Es como la historia de Art Weinbaugh, un hombre cojo, que un día entró en una tienda de ropa y la dependienta no paró de reírse, hasta el punto de ser realmente desagradable. “De qué se ríe”, dijo al final Weinbaugh desconcertado. Había sufrido burlas por su forma de caminar desde que era pequeño y la verdad es que estaba más que harto. “Lo haces de fábula, lo haces como él”, exclamó la dependienta. Él seguía sin entender. “¡Como él, el de la tele!”, repitió ella y empezó a acercarse a él imitando su misma forma de caminar.

Weinbaugh no entendía nada, hasta que la dependienta le explicó que había un cómico en la tele que tenía el personaje de un cojo que era la monda. Cuando éste le explicó que él era un cojo de verdad, la dependienta, roja, se disculpó mil veces, totalmente avergonzada, pero eso no calmó a Weinbaugh. Al salir a la calle, estaba más nervioso que nunca. Sólo veía a gente que se reía de él, que le trataba de forma altiva, como si fuesen superiores. De pronto, vio acercarse a un hombre y vio cómo empezaba a cojear, como si le hubiese visto y ahora le estuviese imitando. Weinbaugh se acercó a él y lleno de ira empujó a ese gracioso al suelo. Empezó a darle patadas. “No soy tan cojo ahora”, dijo Weinbaugh, mientras las personas de la calle le separaban.

El hombre al que había agredido se levantó todavía aturdido. “¡Me estaba imitando, es un desgraciado!”, gritaba Weinbaugh, pero lo cierto es que aquel hombre también era cojo y su historia era mucho peor, acababa de ser agredido por un hombre como él porque había creído que no era lo suficiente cojo. Eso es lo que genera la mala representación, acciones también mal interpretadas, y a partir de un tonto equívoco se puede generar una reacción en cadena de repercusiones imposibles de predecir.

y dijeron que la película estaba ista de clase