Medio Ambiente
Estrella Damm pasa a la acción en su nuevo anuncio: hay otra manera de vivir
Tras la delicada danza submarina para concienciar sobre el medio ambiente, es consecuente y jubila las anillas de plástico de sus latas de cerveza. Este gesto eliminará 260 toneladas de residuos al año
Los sabios avisan de que el nuevo coronavirus, que se ha cobrado ya más de medio millón de vidas, sólo es un preludio de la crisis ecológica que se nos viene encima, si no tomamos conciencia y cambiamos nuestra forma de vivir. La pandemia ha hecho latir la conciencia planetaria. Pero el mundo vive tan rápido que corre el peligro de pasar de pantalla y olvidarse del dolor, de los fallecidos y de las promesas del confinamiento. Nos dijimos que otra forma de vivir es posible, pero en las playas empiezan a aparecer un nuevo deshecho humano que amenaza el ecosistema: las mascarillas. Contienen polímeros sintéticos y mal gestionados pueden agravar el problema de la contaminación plástica.
Si hay mascarillas en la arena, ¿qué hay en dentro del agua? ¿Cuánto tardaremos en ver la imagen de una tortuga marina ahogada con la goma de una mascarilla?
Hace un año,Estrella Damm, de la mano de la bailarina Claire Friesen, en el papel del alma del Mediterráneo, nos mostró con una emotiva danza debajo del mar, los plásticos que amenazan el ecosistema marino.
Atrás quedaron los anuncios con olor a verano y noches de cerveza y rosas, pero no las canciones que hacen de hilo conductor de las historias que explica Estrella Damm. Joan Dausà compuso un tema delicioso con un estribillo que se ha convertido en el nuevo “leit motiv” de la casa: “Debe haber otra forma de vivir”. Este año repite, pero la frase deja de ser sólo un mensaje bonito. Con su nuevo anuncio, “Acto III – Compromiso”, Estrella Damm pasa a la acción y anuncia que jubila las anillas de plástico de sus latas. Las sustituirá por unas de cartón cien por cien biodegradable. Si se inventan materiales para ayudar a una vacuna a inocularse en el cuerpo humano, se podían crear anillas biodegradables. El sistema LatCub®, que permite agrupar las latas con un embalaje biodegradable, está fabricado con fibras naturales de árboles gestionados de forma sostenible. El cambio en los supermercados no se verá de un día para otro. El compromiso es arrancar 2021 sin plásticos. Este gesto supondrá la reducción de más de 260 toneladas de plástico al año, el equivalente a casi 89 millones de unidades de anillas de plástico.
La nueva campaña “Mediterráneamente” recoge el testigo de los anuncios del año pasado, “Alma” y “Amantes”, que tenían como objetivo dar visibilidad a la problemática ambiental que sufre el Mediterráneo y concienciar a la sociedad sobre la necesidad urgente de protegerlo.
Joan Dausa vuelve a poner la banda sonora. La misma melodía con otra letra que emociona tras el confinamiento y a la que dan vida 24 bailarines de danza moderna que tejen la historia del nuevo anuncio de Estrella Damm con una potente coreografía.
“Y ahora tú y miles como tú, hablando de un lugar donde empezar”, empieza diciendo la canción. Primero con un bailarín y después con los 24 para mostrar que la suma de pequeños gestos individuales pueden frenar la emergencia ecológica.
La historia a la que este año pone voz Magalí Saré no es ajena. Joan Dausà ha puesto palabras a la montaña rusa de emociones vividas durante y después del confinamiento. “Y ahora aquí, tu voz vuelve a existir y aquella sensación de ser feliz. Y un gesto de golpe para el tiempo. Junta ese dolor y lo aleja con el viento”, relata. Y esa sensación de ser feliz, puede ser volver a bañarse en el mar, como muestra una de las bailarinas.
Y para alejar el dolor no sólo basta el viento, hace falta trabajar de forma colaborativa. Juntos los bailarines frenan una bola de fuego, que amenaza los paisajes del Mediterráneo, sacan toneladas de plástico del mar y vencen a un monstruo de hierro, una metáfora de la capacidad de destrucción que tiene el ser humano. Pero de la misma manera que es capaz de destruir, las personas también son capaces de construir.
Hace 30 años que un anuncio protagonizado por un superhéroe vestido de lechuga enseñaba a los niños de este país que los pequeños gestos para proteger al Planeta Tierra “son poderosos”. Tres décadas después, repetir el mensaje ya no sirve. El tiempo se acaba y toca pasar a la acción.
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