Independentismo

“Tenemos documentos que indican que Puigdemont no puede apropiarse de las siglas de JxCat”

Entrevista con Marc Solsona, diputado de JxCat en el Parlament y portavoz del PDeCat

Marc Solsona, diputado en el Parlament de JxCat y portavoz del PDeCat
Marc Solsona, diputado en el Parlament de JxCat y portavoz del PDeCatLa Razón

Marc Solsona (Mollerussa, 1976), diputado en el Parlament de JxCat y alcalde de Mollerussa (Lleida), es portavoz del PDeCat en un momento en que el partido se encuentra en plenas negociaciones con la Crida per la República de Carles Puigdemont para resolver el futuro del espacio heredero de Convergència.

¿En qué punto están las negociaciones? ¿Hay margen para el acuerdo?

Por parte nuestra no será. Nosotros continuamos teniendo los canales abiertos para negociar, pero está claro que, en el momento que la otra parte anuncia la creación de un nuevo partido, el acuerdo es más difícil que hace una semana.

¿Creen que Puigdemont acabará cediendo visto que la división no beneficia a nadie?

Nosotros no hablaremos en boca de lo que piense el president Puigdemont. Nos guiamos por los hechos: llevamos muchos meses negociando en los cuales nuestro punto de partida es que JxCat sin el PDeCat no puede ser. La pieza clave de JxCat debe ser el PDeCat en tanto que tiene los derechos, el nombre, la marca, una base territorial muy potente y que hizo posible JxSí y JxCat. La génesis radica en el PDeCat porque tenemos historia y recorrido.

¿Cuáles son las principales diferencias?

Si fuese un tema de cuota o porcentajes, el acuerdo habría sido muy sencillo. Tampoco es una cuestión de liderazgos, es un problema de plantear lo que representamos de fondo. JxCat, hasta ahora, eran listas electorales en pro de la independencia, donde se buscaba una transversalidad y hacer de la diversidad un elemento multiplicador. Una vez que la independencia no llega y sabemos que no será mañana y estando inmersos en una crisis económica importante, se debe hacer también política sobre modelo de país y de gestión. ¿Qué política queremos hacer? ¿Qué le decimos a los autónomos, al sector educativo o al sector agrícola? La gente que nos vote a nosotros, ¿qué votará, más allá de la independencia? Jordi Sánchez o Toni Comín hacen bandera de que quieren ser un partido de izquierdas y es aquí donde están las discrepancias.

Si se llegara a un acuerdo, ¿cómo se materializaría?

Hay diferentes vías de acuerdo. Una es un acuerdo para confluir en una única organización en la que el PDeCat se reconozca como partido. Otra es llegar a un acuerdo para concurrir conjuntamente a unas elecciones el PDeCat. Si vemos que como organización política en materia ideológica estamos bastante lejos, no sé si es posible intentar acuerdos electorales. En la experiencia que tenemos de estos años en el grupo parlamentario hemos visto que no es fácil. La próxima legislatura es muy ideológica, muy de modelo de país. Nuestro proyecto es honesto, realista, riguroso y nada populista.

¿Qué margen temporal van a dar a Carles Puigdemont y sus afines para un acuerdo?

El reloj empezará a contar en el momento que se convoquen elecciones. Aunque en el momento que anuncian un nuevo partido, los tempos los han definido ellos.

¿Temen una estampida de asociados hacia el partido de Puigdemont?

No lo sabemos. A día de hoy, no. Hemos visto adhesiones públicas y el impacto que tenga directamente lo veremos cuando esto suceda. Tenemos una base territorial muy sólida que confía en el partido, que cree en la dirección y ve necesario el proyecto del PDeCat, que es JxCat. Nosotros intentaremos apurar hasta el final sabiendo que el acuerdo no depende de nosotros solo. Si hay acuerdo, será un éxito de todos; si no lo hay, será un fracaso de todos.

¿Se sentirían cómodos en un mismo partido con perfiles como el de Jordi Sánchez y Toni Morral, exdirigentes de ICV, y con planteamientos de izquierda muy alejados del espacio centrista del PDeCAT?

La cuestión es que vemos que públicamente apuestan por hacer un partido de izquierdas y no quieren saber nada de la construcción nacional que ha hecho el PDeCat y Convergencia. Se reniega de este pasado. Parece que la historia de Cataluña empezara a partir del 1-O. No, no, antes del 1-O hubo un 9-N y antes hubo toda la construcción nacional. Esta mirada diferente es lo que nos ha frenado a la hora de tener un acuerdo. El PDeCat es, existe y continuara existiendo. Como no está en venta ni está en fase de liquidación ni disolución. El PDeCat está para concurrir a las elecciones como JxCat si así lo deciden los órganos de dirección. Lo haremos de manera honesta, con proyecto de futuro con ideas y propuestas. Supongo que todos los actores que han confluido bajo JxCat pero que al final se presentarán con otras siglas por la lucha en la causa nacional nos encontraremos tarde o temprano, faltaría más. Pero ahora parece que no nos encontremos, pero nosotros somos no.

¿Ya tienen decidido que usarán las siglas de JxCat en las elecciones?

Nosotros lo decidiremos como siempre en el Consell Nacional en momento que se convoquen elecciones.

Puigdemont maniobra para apropiarse de las siglas.

Tenemos documentos que indican que no se puede hacer esta operación. Lo tramitaremos y haremos las operaciones que haga falta. 

Se ha referido al 9-N, ¿echa en falta que Mas dé un paso adelante ante la actual situación?

El president Mas, en el momento que crea oportuno, hará y dirá lo que considere oportuno. Lo que tengo claro es que tanto el president Puigdemont como el president Mas son asociados al pdecat y el president Mas ha sido presidente.

¿Se puede competir electoralmente sin Puigdemont?

Lo decidirá la gente cuando se vote, pero no puedes renunciar a intentarlo. Dentro del bloque independentista, hay otras formaciones con otros liderazgos. Rehuimos de liderazgos unipersonales porque el futuro pasa por y por definición muy clara del modelo de país. Todos los proyectos que han hablado de unidad, de momento no están consiguiendo casi. Porque, de momento, por activa o por pasiva estamos menos unidos que nunca. Alguna reflexión debemos hacer aquí. Y no nosotros solo.

¿Son buenos hiperliderazgos como el de Puigdemont?

La gente ha decidido en cada momento. Es innegable el liderazgo del president y la fuerza que tiene. Pero decimos que el partido y, de cara elecciones, debe buscar candidatos efectivos. Dicen que quieren sumar personas y no siglas. En política las siglas -que son el partido- se identifican con una manera de ser, de hacer y una ideología, más allá de las personas. En base a esta definición, las personas se adhieren o no a un proyecto político.

¿Qué le parece que el nuevo partido y espacio de Puigdemont vuelva a apelar a la confrontación con el Estado en plena crisis del coronavirus?

Cuanto más claras están las cosas, mejor. Luchamos todos por un mismo objetivo, pero podemos no compartir medios. Si la estrategia del nuevo partido es la confrontación y el “no” a todo, ya hemos visto dónde estamos. Nosotros compartimos la estrategia de que, solo gobernando bien, con mirada larga en todos los frentes y con todos los actores de la sociedad, podremos conseguir el objetivo nacional. Y aprovechar y muscular el país para que cuando llegue el momento de la verdad estemos preparados para poder hacerlo. Solo desde la confrontación no se pueden dar soluciones a los problemas del día a día de la gente.