Coronavirus

La altísima densidad de población de L’Hospitalet podría provocar una explosión de contagios

Los barrios del norte del segundo mayor municipio de Cataluña, a las puertas de Barcelona, llegan a tener 70.000 habitantes por kilómetro cuadrado

El COVID en L'Hospitalet se ceba en barrios con récord europeo de densidad
Varias personas salen de la estación de metro de Torrassa, una de las muchas estaciones de L'Hospitalet que comparte trayecto con Barcelona y que pasa por los barrios del norte de la segunda ciudad de Cataluña.Toni AlbirEFE

Los barrios del norte de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), epicentro del incremento de contagios que se ha registrado los últimos días en la segunda capital catalana, fueron señalados en un estudio de Eurostat de 2016 como la zona más densa de Europa, con casos de más de 70.000 personas por kilómetro cuadrado. Se trata de barriadas cercanas a la ciudad de Barcelona, con realidades muy distintas pero un denominador común: una densidad de población altísima combinada con el rebrote de una pandemia letal.

Según el Ayuntamiento de L’Hospitalet, gobernado por la socialista Núria Marín, los barrios de la zona norte de La Torrassa, con 81 casos, el de la Florida, con 81, y Collblanc, con 44, acumulan el grueso de positivos activos registrados en la ciudad.

En concreto, según datos municipales de 2018, La Torrassa, con una extensión de 0,44 km2 y una población de 25.934 habitantes, tiene una densidad de población de 61.686 habitantes por km2. La Florida, con una superficie de 0,38 km2 y 28.083 habitantes, tiene una densidad de población de 77.745 km2; y el de Collblanc, con una extensión de 0,51 km2 y 26.096 habitantes, ofrece una densidad de 51.169 km2.

Estos datos se suman a un estudio de Eurostat de 2016, que situaba esta parte de la ciudad como la más densa de Europa, por delante del distrito XVIII de París, donde viven 52.218 personas por kilómetro cuadrado. Las asociaciones de vecinos de estas barriadas hace semanas que reclaman al ayuntamiento medidas para aumentar el espacio público, como la peatonalización de las calles, y asegurar que se pueda mantener la distancia de seguridad.

”En unos barrios con una densidad de población altísima es materialmente imposible mantener la distancia social”, exclamó el pasado 11 de julio la asociación de vecinos de La Florida. Otro de los factores que puede ayudar a entender cómo se vive en esta zona es el número de personas por hogar, un indicador que en la ciudad también encabezan los barrios del norte.

Así, según el anuario municipal, de los 9.487 hogares que hay en La Torrasa, en 1.542 viven 5 o más personas, en La Florida, de las 9.979 viviendas registradas, en 1.736 conviven 5 o más personas, mientras que en Collblanc, de los 9.299 hogares, en 1.345 viven 5 o más personas. Un simple paseo por estos barrios, con un pasado obrero y que se formaron históricamente a partir de la inmigración española de los años sesenta del siglo pasado y que hoy acogen a nuevos migrantes de otros países, permite comprobar que estas familias no viven precisamente en grandes rascacielos. Al contrario, la mayoría de la gente vive en pequeños edificios de pocas plantas y en pisos de reducido espacio.

Ante este panorama, el temor ante la posibilidad de que se descontrole la situación y se produzca transmisión comunitaria en barrios situados a las puertas de la gran Barcelona es algo más que una mera hipótesis catastrofista. La biofísica de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) Clara Prats ya alertaba el pasado sábado en la televisión autonómica del incremento del riesgo de contagio asociado a la densidad de población haciendo una analogía con los incendios: “A más masa forestal para quemar, el riesgo de incendios será más alto. En términos epidemiológicos es lo mismo”.