Estalla la guerra Colau-Torra mientras el virus cerca Barcelona

La situación en Cataluña comienza a parecerse a la del mes de marzo. Como entonces, la cifra de contagios, aunque menor, avanza peligrosamente; como entonces, la Generalitat parece más preocupada de la propaganda que de la gestión; y, como entonces, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tenido que salir públicamente para leerle la cartilla al Govern. En marzo fue a propósito de las residencias y, en esta ocasión, a cuenta de los rastreadores. O, mejor dicho, por la alarmante falta de efectivos. El president de la Generalitat, Quim Torra, a su vez, sigue en su particular búsqueda de enemigos a quien echarle la culpa de su gestión. Le ha tocado el turno a la justicia. Aunque, también como de costumbre, tras sus bravatas de turno acaba obedeciendo.

La alcaldesa compareció ayer tras una reunión con la consellera de Salud, Alba Vergés, en la que la responsable municipal manifestó su malestar por la falta de resultados del sistema actual de seguimiento de los contagios. Es decir, la falta de rastreadores. «No se está haciendo el seguimiento de contactos como se debería hacer, hay que buscar una solución», criticó. Y explicó que ha puesto a disposición de la Generalitat un equipo de entre 40 y 50 rastreadores para realizar estas labores de vigilancia en la ciudad, pese a que las competencias son de la conselleria. La Generalitat, según Colau, le dio la razón en este punto: «Han reconocido problemas informáticos con el rastreo». Sin embargo, rechazó el ofrecimiento. Cataluña tiene una población de 7,5 millones de personas y la Generalitat ha puesto un máximo de 200 para rastrear al virus divididos en tres turnos. El Ayuntamiento estima que serían necesarios 50 solo para cubrir Barcelona siempre y cuando la pandemia no vaya a más. Castilla-La Mancha tiene 427 para 2 millones de habitantes, y Castilla y León, 195 para una población de 2,4 millones.

Casos triplicados

Así las cosas, Lérida se despertó ayer indignada y L’Hospitalet, despistada después de que la justicia avalara el grueso de las medidas decretadas por la Generalitat para frenar la propagación del virus, pero no todas. Al presidente de la Generalitat, Quim Torra, no le gustó que el Juzgado de Instrucción 16 de Barcelona desestimara la medida para tres barrios de L’Hospitalet de limitar a un máximo de 10 personas las reuniones. Después de triplicar los casos en una semana, este municipio, con un entramado urbano que se funde con la ciudad de Barcelona, ha limitado la actividad en tres barrios: La Torrassa, Collblanc y La Florida. Son muy populares. La Torrassa, el foco inicial, fue el destino de muchos murcianos, andaluces y maños que emigraron para trabajar en Barcelona el siglo pasado. Ahora, viven muchos latinoamericanos y magrebíes. Las viviendas son pequeñas, en numerosos casos, acogen a muchas personas y esto empuja a hacer vida en la calle.Estos barrios, además, están entre los más densos de Europa. Tiene el doble de densidad, por ejemplo, que la isla de Manhattan.

Para reducir la transmisión, la resolución de la Generalitat recomienda limitar la movilidad y encuentros sociales. Además, ordena reducir el aforo interior en bares y restaurantes a la mitad, además de cerrar discotecas, cines, teatros, y prohibir eventos deportivos. Pero la justicia rechaza la prohibición de limitar las reuniones de más de 10 personas porque afecta a «un derecho fundamental» y entiende que no tiene cobertura dentro de la modificación del decreto ley aprobado por el Govern.

En Cataluña, según el parte de ayer del departamento de Salud, en las últimas 24 horas se han notificado 938 positivos nuevos. Son 193 más que ayer. Para entender esta cifra, hay que tener en cuenta que este resultado mezcla test PCR y serológicos, es decir, cuenta infecciones que ya no están activas. Si hay que ceñirse a las pruebas PCR, estos son los casos positivos confirmados epidemiológicamente en activo, en el último día se han registrado 450 contagios. Las funerarias han registrado tres fallecidos más y ya son 12.627 las personas que el virus del SARS-CoV-2 se ha llevado en Cataluña.