Independentismo

Puigdemont inicia la escisión del PDeCat con la creación de su nuevo partido

El expresidente de la Generalitat ataca a España y al Rey y reivindica a JxCat, en su Congreso fundacional, como una herramienta "no sectaria ni excluyente"

AV.- Puigdemont pide hacer de JxCat una "herramienta no sectaria" para alcanzar la independencia
El expresidente de la Generalitat e impulsor del nuevo JxCat, Carles Puigdemont, interviene en el acto de presentación del partido. A su lado, el presidente de la Generalitat, Quim Torra.JXCAT25/07/2020larazonJXCAT

Carles Puigdemont ha dado hoy el primer paso en la construcción de su nuevo partido. A expensas del desenlace de las negociaciones con el PDeCat, cada vez más abocado a la ruptura, y de la fecha de las elecciones, la nueva formación ha echado a andar oficialmente -aunque el proceso de creación no concluirá hasta el 3 de octubre- con la celebración de la primera jornada del Congreso telemático y la independencia de Cataluña como principal horizonte.

De momento y a la espera de la elección de la dirección y de fijar el rumbo del nuevo partido mediante las ponencias política y organizativa, la primera asignatura pendiente que tiene por delante será ver hasta dónde llega el pulso con el PDeCat y cómo se materializa la ruptura en caso que se dé. Las negociaciones siguen en marcha, aunque, por ahora, el riesgo de divorcio de Puigdemont y sus afines –la Crida per la República, independientes de JxCat y algunos asociados al PDeCat- sigue siendo elevado. Siguen encallados en aspectos ideológicos -el PDeCat sigue apostando aspira a ser un proyecto de centroderecha mientras los afines a Puigdemont se están proyectando como partido de izquierdas- y organizativos -el PDeCat quiere seguir vivo como organización, mientras la Crida quiere extirpar cualquier rastro del pasado convergente-.

En este marco, esta mañana ha arrancado el Congreso de JxCat, que se ha celebrado vía telemática por las restricciones impuestas en Barcelona a raíz de la nueva ola de contagios por coronavirus. La sesión, que ha durado poco más de dos horas, ha concluido con intervención del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha defendido la labor del Govern en la emergencia sanitaria, y Puigdemont. El expresidente de la Generalitat ha cargado contra la Monarquía y el Estado; ha reivindicado la independencia como única vía para garantizar el “futuro” de Cataluña; y, ha erigido a su nueva formación en una herramienta “no sectaria ni excluyente” y en el “carril central” del bloque separatista.

Así, Puigdemont, lejos de optar hoy por proyectar una hoja de ruta de confrontación con el Estado -estrategia que sigue agitando su partido-, se ha inclinado por un discurso de ataque frontal a España y sus instituciones para situar la independencia como única alternativa -que, en cierta manera, se ha convertido en un regreso al “España nos roba”-. “Solo sobreviviremos y viviremos como nación si no estamos sujetos al Estado de español”, ha asegurado, antes de cargar contra las “carcomidas” instituciones españolas y la Monarquía.

“Es legítimo y plenamente democrático trabajar para otras opciones, incluido la de reforzar el centralismo y mantener el déficit fiscal insostenible. Pero todo tiene consecuencias y la consecuencia directa la sufrirá siempre el ciudadano de nuestro país”, ha afirmado. En este sentido, ha reprochado que quien apuesta por esta opción “deberá explicar muy bien la dependencia de un Estado” que “no deja que los recursos generados por los catalanes se pongan a su disposición para mejorar escuelas, carreteras, hospitales o la competitividad de Cataluña”.

“Esta injusticia permanentemente va laminando la competitividad de Cataluña. Y esto tiene consecuencias directas sobre el mercado de trabajo, los recursos económicos y la calidad del trabajo”, ha aseverado.

Por todo ello, ha advertido que su nuevo partido trabajará “para construir un país independiente, una república plenamente soberana y reconocida”.

Artur Mas y el PDeCat, ausente

Si no hay acuerdo, el nuevo partido de Puigdemont se convertirá en una escisión del PDeCat, que ya ha invitado a los asociados que se inscriban a JxCat a que salgan del partido porque no está permitido la doble militancia. En este sentido, la nueva formación del expresident cuenta con 2.500 afiliados desde que se abrió la posibilidad de registrarse -lejos aún de los 14.000 que ostenta todavía el PDeCat- y están haciendo una feroz campaña para atraer a asociados del PDeCat.

En el capítulo de los nombres, JxCat ha logrado atraer a los presos independentistas, así como a Toni Comín y Lluís Puig, fugados de la Justicia española en Bélgica. También a algunos cargos electos del PDeCat e independientes de los grupos parlamentarios de JxCat en el Parlament, Congreso y Senado.

Mientras tanto, el PDeCat ha mantenido un gran apoyo también. De entrada, cuenta con un gran músculo territorial -el respaldo de más de 140 alcaldes y 60 líderes municipales-. Pero también, ha logrado el apoyo -de momento, implícito- del expresidente de la Generalitat, Artur Mas, que hoy no ha participado en el Congreso fundacional de JxCat. Tampoco ningún miembro de la dirección del PDeCat.

JxCat: pugna electoral por la marca

De momento, el partido de Puigdemont se ha apropiado de la marca JxCat -que proporciona los derechos electorales-, pero el PDeCat va a tomar acciones legales porque fue quien la registró. Las siglas de JxCat se han convertido en un éxito a tenor de los resultados que ha ido cosechando el espacio político y ninguno de los dos bandos está dispuesto a dejarlas escapar.

Los afines a Puigdemont lograron arrebatar la marca después de que el registro de partidos del Ministerio del Interior aceptara un cambio para que aparezca como presidente de la formación el alcalde de Balenyà (Barcelona), Carles Valls, próximo al expresidente de la Generalitat.