Coronavirus

La delincuencia se gentrifica en Barcelona

Los motivos son la ausencia de turistas y un plan específico contra la multirreincidencia

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Fuerte presencia policial de los Mossos d'Esquadra durante la inauguración de la sede de Vox en BarcelonaEUROPA PRESS01/02/2020larazonEUROPA PRESS

Estos meses de pandemia, de confinamiento y ahora de momento desconfinamiento, están cambiando el panorama de la delincuencia en Barcelona y su área metropolitana, y también en parte la planificación de los Mossos d’Esquadra.

Las conclusiones son varias. Una de ellas es que la delincuencia se está gentrificando. Se podría decir que se está “mudando”, en parte de la capital hacia las poblaciones de su periferia, como Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Cornellà, entre otras. Sin embargo, es llamativo el crecimiento de la percepción de inseguridad de los barceloneses.

Sólo es necesario revisar buena parte de los delitos violentos, llamativos o mediáticos de estos meses han ocurrido las citadas poblaciones. También en el Maresme. Municipios como Mataró y Premià de Mar han sufrido durante la pandemia oleadas de robos, en la calle y a domicilio, al parecer protagonizados por jóvenes “okupas”. Ante la presión vecinal, tuvieron que ser trasladados a otras poblaciones.

El motivo de la gentrificación no es que se haya intensificado la presión policial en Barcelona ciudad. Y ni mucho menos se ha relajado, pero sí que existen tres causas para explicar esta evolución de los hechos delictivos en la capital catalana.

Una tiene que ver con la polémica y famosa lista de los 160 delincuentes multirreincidentes que operan en las calles de Barcelona. Fuentes de los Mossos admiten desde hace tiempo que efectivamente existe, aunque la cifra exacta va variando. En este caso, la casi total ausencia de turistas extranjeros ha provocado que parte de ellos se trasladen a la periferia, pese a que hay menos visitantes. Otro cambio de estos multirreincidentes es que ahora se ceban más en objetivos como los escasos turistas españoles, mujeres y gente mayor.

Además, los Mossos han ultimado y desplegado un plan destinado únicamente a presionar y controlar a los 159 de la lista. La pandemia ha modificado los métodos de trabajo de los agentes y han aumentado las detenciones de reincidentes. Entre junio y julio 38 de ellos han ingresado en la cárcel. Se trata hombres jóvenes, con menos de 30 años, que se dedican a robos violentos, y que en muchos casos acumulan docenas de detenciones.

Los Mossos admiten que esta gentrificación, sobre todo si repasan las últimas detenciones, y que precisamente está relacionado con la evolución de la delincuencia durante la pandemia. Mientras al principio y por motivos obvios casi no había robos a domicilio, esto ha ido cambiando y ahora han aumentado, por la mayor afluencia de la ciudadanía en las calles o en cualquier sitio. Se trata de un tipo de delito en el que están especializados malfactores extranjeros.