Coronavirus

Test masivos: ¿la clave para frenar los rebrotes?

Cataluña estabiliza la pandemia y recupera los niveles de contagio de junio gracias a los cribados. Galicia también incrementará las PCR a 1.200 diarias

El pasado 18 de julio, la Generalitat situaba al frente de la secretaria de Salud Públic a Josep Maria Argimon tras dos meses con el puesto vacante y unas cifras pandémicas de miedo. La Generalitat, a remolque del coronavirus, confinaba como podía pero era incapaz de revertir la tendencia. Tres semanas más tarde, los contagios diarios se han reducido a la mitad, con cifras similares a las de junio, y Salud ha introducido cambios en el protocolo para cercar, aún más, al Covid. La receta empleada tiene poco de revolucionaria y mucho de voluntad política. No es más que seguir la directriz de la OMS desde marzo: test, test, y más test. Pero hizo falta la llegada de Argimon para ponerlo en marcha.

Lo cierto es que el todavía gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), la mayor empresa de Cataluña con más de 40.000 trabajadores accedió a su nuevo cargo con la promesa de triplicar las PCR que hasta entonces se hacían en la Generalitat, de las 8.000 diarias a las 24.000. Por entonces las cifras de Cataluña difícilmente bajaban de 1.000 contagios diarios con importantes focos en Lleida y l’Hospitalet. Ayer, Cataluña registró 548 nuevos positivos, una de las cifras más bajas de las últimas semanas que finalizaban los «diez días críticos» que vaticinó Argimon para evitar confinamientos severos. Y, para ello, fue necesario, por un lado, recurrir al cierre del ocio nocturno en Cataluña y, por otro, a los cribados masivos en lugares estratégicos. Estos test masivos tienen el objetivo de detectar positivos asintomáticos para poder cortar las cadenas de transmisión. Así, los vecinos de las ciudades afectadas deben acudir voluntariamente a los puntos determinados por el Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) y realizarse la prueba PCR.

En Galicia, la Xunta también han decidido incrementar «de manera notabilísima» el número de pruebas (PCR) -1.200 adicionales al día- y realizar un cribado aleatorio entre los sectores de población más afectados, a través de determinadas profesiones (cuidadores, personas en contacto con grupos vulnerables) y por grupos de edad, en especial entre menores de 40 años.

Hasta la fecha, en Cataluña, estos cribados ya se han puesto en marcha en varias ciudades del área metropolitana como Terrassa, Sabadell y Ripollet, y estos días también en Santa Coloma de Gramenet, Granollers y Mollet del Vallès. El fin de semana llegarán a Barcelona. Hasta el martes, gracias a estos cribados masivos se habían efectuado ya 8.275 pruebas PCR. En Santa Coloma, por ejemplo, se han practicado unas 1.500, pero con previsión de que se alcancen las 4.500. Estos test han sacado a la luz un 1,6% de casos asintomáticos: se han realizado, al menos, 5.960 pruebas en Sabadell, Ripollet y Terrassa y se han encontrado 94 casos positivos sin síntomas. En Granollers, un testeo puerta a puerta a 1.053 personas ha encontrado un 10,2% de casos. «Imaginemos que el cribado es de 10.000 personas. Si tenemos un 1,6% de asintomáticos, estamos hablando de 160 personas y todos sus contactos. Si somos capaces de hacer este aislamiento y esta cuarentena, estamos rompiendo cadenas epidemiológicas. Es ser proactivos, más que reactivos, para evitar restricciones», ejemplificó Argimon.

Nuevo protocolo

No obstante, pese a que la tasa de contagio se ha reducido por debajo del 1, un 0,93, en concreto, el riesgo de rebrote se mantiene, demasiado alto, entre el 138 y 139 por cada 100.000 casos. Por ello, el siguiente paso ha sido actualizar el protocolo epidemiológico ante el coronavirus, que establece que cuando hay un caso sospechoso y el paciente acude a la atención primaria o a urgencias, se le debe realizar un PCR en las primeras 24 horas, «y si da negativo, pero la sospecha clínica es muy clara, se repite en 48 horas». En este caso, se descarta, pero ante PCR positivas los gestores Covid- 19 llaman al paciente para informar de la necesidad de aislarse durante 10 días, siempre que 72 horas antes de desconfinarse se haya resuelto la fiebre: «El aislamiento se inicia en el momento de la sospecha, sin esperar a tener el resultado».

Paralelamente, los rastreadores inician una búsqueda de contactos estrechos y preguntan por las personas con las que se ha estado 48 horas antes del inicio de los síntomas; si se confirma que el caso inicial es positivo, estos contactos deben realizar también una cuarentena de 14 días y recibirán atención sanitaria al menos en los días 7 y 14.