Atentado en Barcelona

Tres años del 17-A: de la indignación de las víctimas a los ataques al Estado del independentismo

Los damnificados muestran su desacuerdo con la instrucción y algunas acusaciones, entre ellas la Fiscalía, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, por no incluir el delito de asesinato en el juicio a los tres procesados

Barcelona homenajeará hoy a las víctimas en el tercer aniversario de los atentados terroristas del 17 de agosto de 2017 en un momento marcado por la apertura de juicio oral a los tres procesados –dos de ellos por pertenecer a la célula terrorista y el tercero por cooperar–. El mosaico de Joan Miró de Las Ramblas acogerá la ceremonia, que se prevé sencilla y que, este año, estará enmarcada por la polémica e indignación que hay entre las víctimas tanto por la instrucción del caso como por los escritos de calificación presentados recientemente por algunas partes –Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona o Fiscalía–, que no han incluido el delito de asesinato.

La Audiencia Nacional acordó a principios de julio la apertura de juicio oral y denegó la petición de algunas partes de incluir el delito de asesinato en el juicio. Si bien, algunas acusaciones –entre ellas, la asociación de víctimas 11-M junto a la UAVAT (Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo) o el Ayuntamiento de Cambrils, han mantenido la acusación de asesinato. Tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat han descartado este cargo, aunque, tras la indignación de las víctimas, han matizado su postura en las últimas horas –se abren a endurecer las acusaciones conforme avance el juicio– y durante los próximos días mantendrán una reunión con 11-M y UAVAT para «coordinar esfuerzos», según ha explicado a este diario Roberto Manrique, asesor de UAVAT y víctima del atentado de ETA en Hipercor (Barcelona, 1987).

Los autores materiales del atentado murieron en enfrentamientos con los Mossos d’Esquadra –cinco de ellos en Cambrils (Tarragona) y el autor del atropello con la furgoneta en Subirats (Barcelona) tras una semana de huida– o en la explosión de la casa de Alcanar al preparar y manipular los explosivos -el imán de Ripoll y presunto cerebro de la célula terrorista, Abdelbaky Es Satty, y otro miembro de la célula-. De esta manera, solo han podido ser procesados tres implicados: Mohamed Houli Chemlal –se encontraba en la casa de Alcanar cuando explotó– y Driss Oukabir –el alquiler de la furgoneta estaba a su nombre– por los presuntos delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas, así como estragos de carácter terrorista, mientras que Said Ben Iazza –prestó un camión frigorífico para transportar material– está acusado por colaboración con actividades de organización terrorista.

El juez instructor rechazó incluir el delito de asesinato en el procesamiento porque argumentó que no se hallaron indicios de que ninguno de los tres conociera los planes alternativos de los terroristas después de que estallara la casa de Alcanar.

Además de la polémica causada en torno al delito de asesinato, las víctimas también expresan su insatisfacción con la investigación del caso. Manrique exige que se llegue hasta el «fondo» para evitar que se repitan «errores», en referencia a los supuestos vínculos del Estado con el imán de Ripoll. «Ha habido un error porque ha estado haciendo un doble juego, actuando como confidente del CNI e instruyendo a la célula», asegura Manrique, que insiste en que hay que investigar «mucho más» de lo que se ha hecho hasta ahora.

Si bien, Manrique aclara que las víctimas agrupadas en UAVAT no llegan al extremo de plantearse que el imán de Ripoll pueda estar vivo, como sí se ha manifestado desde algunos sectores del independentismo, encabezados por Jaume Alonso-Cuevillas –diputado de JxCat en el Congreso, que ejerce de abogado de Javi Martínez, padre del niño de 3 años que falleció por el atropello en Las Ramblas–, que no han dudado en criticar y poner bajo sospecha al Estado. Alonso-Cuevillas se ha volcado en intentar que la Audiencia Nacional investigue los vínculos entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Es Satty, aunque no lo ha conseguido, de momento.

El tercer aniversario, por tanto, estará marcado más por cuestiones judiciales que políticas, como ocurrió los dos años anteriores. El Ayuntamiento de Barcelona ha apostado por segundo año consecutivo por un sencillo acto de recuerdo con las víctimas como protagonistas, justo en el mosaico de Joan Miró donde el terrorista –Abouyaaqoub– detuvo su dantesco recorrido. Con las distancias de seguridad impuestas por la pandemia, las víctimas ocuparán el espacio central de la ceremonia junto al mosaico, donde se guardará un minuto de silencio, en un acto al que asistirán, además de la alcaldesa, Ada Colau, el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Como ya hiciera en años anteriores, la ACVOT se ha desmarcado del acto organizado por el Ayuntamiento, al que su presidente tilda de «paripé falsario», y depositará una ofrenda floral al inicio de las Ramblas.