Quim Torra

La política catalana, pendiente de Torra

Elecciones a la Generalitat: salvo JxCAT y Ciudadanos, el president y los partidos apuestan por un adelanto electoral en el corto plazo

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La política catalana se ha adentrado en un terreno de máxima incertidumbre. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha envuelto de un manto de hermetismo y tiene a todos los partidos –también a JxCat– en ascuas por sus planes electorales: descartado por la vía de los hechos el 4 de octubre como fecha para los comicios, ahora baraja –como informó este diario– el 15 de noviembre, aunque también contempla celebrarlas el 11 de octubre y convocarlas entre hoy y mañana –este escenario, sin embargo, parece algo más remoto–.

Lo cierto es que diversos factores han ido alimentando este culebrón electoral, que parecía prácticamente resuelto a principios de año, cuando el 29 de enero el president dio por agotada la legislatura y anunció que desvelaría la fecha en abril –cuando se aprobaran los presupuestos–. El principal factor que ha trastocado los planes de Torra, que tiene la voluntad de convocar elecciones cuanto antes, es la pandemia: la crisis del coronavirus ha obligado irremediablemente a retrasar la cita con las urnas tanto antes del verano como el 4-O, ya que ha cogido a Cataluña surfeando aún la segunda ola de contagios –la tendencia mejora–. Si bien, este segundo golpe del coronavirus también ha permitido al president reivindicarse en la gestión tras un convulso mandato, lleno de críticas por la falta de plan y actividad del Govern.

En este sentido, después de que Cataluña se posara en el punto de mira de toda España y de Europa por los rebrotes en julio –algunos países empezaron a recomendar a sus ciudadanos no desplazarse a la autonomía–, el president reaccionó y trató de tomar el mando y proyectar liderazgo en la respuesta. Ahora que la situación epidemiológica ha empezado a mejorar, Torra no ha dudado en presumir de gestión, con la reivindicación, principalmente, del nombramiento del secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, que ha conseguido contener y controlar el avance del virus –de momento–.

Pero no solo la pandemia condiciona los planes del president, pese a que desde su entorno subrayan que la decisión solo la tomará él. También la puesta en marcha de JxCat, que, junto a Ciudadanos, se han convertido en los dos únicos partidos que, en estos momentos, rechazan el avance electoral. El partido de Carles Puigdemont, que echó a andar oficialmente el pasado 25 de julio, tiene todavía camino por delante para ponerse a punto y, de hecho, no tiene previsto concluir su asamblea constituyente hasta el 3 de octubre. La previsión, además, es celebrar primarias para escoger candidato y configurar la lista electoral. Torra, que ha rechazado asociarse a JxCat –se ha mantenido fiel a su estilo, siempre ha desconfiado de las dinámicas de partido y desde que aterrizó en la primera línea política ha criticado los movimientos subterráneos de las formaciones independentistas–, también tiene su preferida para liderar la lista electoral: Laura Borràs.

Desde JxCat, importantes voces –Elsa Artadi– han rechazado tajantemente el avance electoral de inmediato e incluso han planteado agotar la legislatura –diciembre de 2021–. Si bien, ese extremo sí lo rechaza Torra, que ya ha advertido que tiene intención de «preservar la dignidad» de la presidencia de la Generalitat: es decir, hacer uso de su facultad para convocar las elecciones antes de ser inhabilitado por el Tribunal Supremo, que revisará su condena tras la vista del 17 de septiembre y podría tener el fallo para principios de octubre, según estiman en círculos judiciales. Si bien, los abogados del president también tienen diseñada su propia estrategia jurídica para tratar de retrasar al máximo su destitución del cargo.

Mientras el partido de Puigdemont todavía se halla tratando de ponerse a punto, la gran mayoría de fuerzas están ya listas y exigen elecciones. En este sentido, del lado independentista, tanto el PDeCat, que, si no llega a un acuerdo con JxCat, concurrirá en solitario con la candidatura previsiblemente de la consellera de Empresa, Àngels Chacón, como Esquerra y la CUP subrayan que están preparados y a la expectativa.

Del lado constitucionalista, el PSC y PP dan la legislatura por agotada y reclaman elecciones. Ambas formaciones están preparadas y las perspectivas, además, son favorables –todos los sondeos señalan un crecimiento para socialistas y populares–. En cambio, Ciudadanos, ante el temor a un desplome, prefiere evitar las elecciones, mientras que Vox también está preparado ya con Ignacio Garriga como candidato –como adelantó este diario–.