Diada

Una Diada de 48.000 personas en 107 puntos pese al aviso de los epidemiólogos

La ANC organiza una movilización descentralizada en 82 municipios. Ignora el aviso de las autoridades sanitarias

Las entidades independentistas buscan recuperar el pulso de la calle con la Diada en un año marcado por el coronavirus
Las entidades independentistas buscan recuperar el pulso de la calle con la Diada en un año marcado por el coronavirusALBERT GEAREUTERS

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) hace caso omiso de las advertencias sanitarias y sigue adelante con la organización de una Diada independentista y de concentraciones en la calle. Ni la crisis sanitaria y social derivada de la pandemia, ni los rebrotes en un verano sin tregua –Cataluña registró ayer 733 casos más y 12 fallecidos– ni el incremento de la tasa de contagios han llevado a la ANC a renunciar a su 11-S: la entidad ha reformulado la cita y la ha reconvertido en un evento «descentralizado» con el que pretende movilizar a 48.000 personas en total repartidas en 107 puntos distintos de 82 municipios de toda la geografía catalana, que se manifestarán al unísono el viernes que viene por la tarde y a sólo tres días de la vuelta a los colegios, prevista para el 14-S.

Así lo anunció ayer en rueda de prensa la presidenta de la organización, Elisenda Paluzie, acompañada de la coordinadora de la comisión de movilización, Sònia Urpí, y el coordinador de la comisión de comunicación, Adrià Alsina. La entidad ha habilitado este año una página web para inscribirse, un requisito previo indispensable si se quiere participar. La mascarilla será obligatoria –lo es en todo el espacio público– y los aforos –decididos por las territoriales de la ANC– variarán en función de los municipios y los espacios al aire libre: por ejemplo, se prevén desde las 12 personas que se concentrarán en la plaza de la iglesia de Sant Climent en Taüll (Lleida) hasta las 1.700 personas que lo harán en Badalona –ciudad gobernada por Xavier García Albiol (PP), cuarto municipio catalán en población–. La media de las concentraciones será de 300 personas y la entidad garantiza que habrá un manifestante por cada cuatro metros cuadrados.

En Barcelona, el aforo en una decena puntos distintos del centro sumará cerca de 10.000 manifestantes repartidos. El acto central, con los parlamentos de los líderes de las entidades independentistas –la propia Asamblea, Òmnium y la AMI– tendrá lugar en la céntrica plaza Letamendi de la capital catalana y ante el edificio de la delegación de Hacienda.

Y es que la elección de los puntos de concentración por parte de la ANC se ha centrado en edificios del Estado en Cataluña, como tesorerías de la Seguridad Social o delegaciones de Hacienda, así como otros propuestos por las territoriales, como por ejemplo una concentración en los márgenes de la carretera N-II en varios municipios del Maresme (Barcelona) sin llegar a cortar la circulación.

«La idea que tenemos es que tenemos que ejercer el derecho de manifestación con plenas garantías para la salud pública», aseguró Paluzie, quien garantizó que se limitará el aforo, los espacios serán perimetrados y se respetará la distancia de seguridad en cada punto. También se repartirá gel hidroalcohólico. «Igual de irresponsable es hacer esta concentración que coger el metro para ir a trabajar. No se nos puede tildar de irresponsables cuando estamos siguiendo todas las recomendaciones de sanidad», lanzó Urpí sobre las medidas previstas.

Rechazo de los epidemiólogos

Sin embargo, varios epidemiólogos y médicos se han mostrado estos días contrarios a la organización del 11-S por el coronavirus. Ayer mismo, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, consideró que ahora no es «oportuno» hacer concentraciones. «Por mucho que se adopten todas las medidas» de seguridad y protección como la mascarilla o la distancia «también se tiene que evitar toda la movilidad que comportan las concentraciones», aseguró en una entrevista en TV3 este lunes.

También se ha manifestado en contra de las concentraciones masivas el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el doctor Jaume Padrós, quien a través de las redes sociales pidió días atrás a partidos y entidades independentistas que «eviten convocar concentraciones y actos que pueden convertirse en masivos». «Manifestarse es un derecho fundamental», reconoció Padrós, aunque reclamó que «las celebraciones o reivindicaciones de este año sean diferentes». «Nos jugamos mucho», alertó.

Una opinión en la línea de la expresada días atrás por el jefe de epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, quien dijo estar «totalmente de acuerdo» con el doctor Padrós tras su advertencia. «No creo que la vida de Cataluña ni las reivindicaciones legítimas se vean cuestionadas o afectadas si un año no pueden hacerse las protestas como se hacen habitualmente», alertó Trilla hace una semana.

El Govern de Torra, en cambio, ha dado cobertura a las manifestaciones: la semana pasada, precisó que «la prohibición en toda Cataluña de hacer encuentros de más de diez personas en el espacio público y privado no afecta al derecho de manifestación, siempre que se ejerza respetando las medidas de distanciamiento, mascarilla e higiene de manos».