Educación
Una de cada cuatro escuelas de Barcelona hará el recreo y clases en parques y calles
A cinco días de arrancar el curso, sólo 50 de los 164 centros educativos que lo han solicitado tienen un espacio público asignado. Los alumnos de ESO llevarán siempre mascarilla
Siguiendo el ejemplo de ciudades como Nueva York o países como Italia o Dinamarca, las escuelas de Barcelona tomarán calles y parques para hacer actividades al aire libre. Es una alternativa a airear las aulas -un aula de 100 metros cuadrados con 25 alumnos debe ventilarse cinco veces cada hora tal y como aconsejan los expertos-. La experiencia no es un invento de esta pandemia. Nueva York ya trasladó las aulas al exterior a principios de siglo XX para frenar la tuberculosis. Y la plaza Sant Felip Neri, en el corazón del barrio gótico de Barcelona, se cierra a los turistas desde hace años a la hora del patio del colegio que lleva su mismo nombre. Los alumnos de la escuela Sant Felip Neri han jugado en la plaza desde que el centro abrió en 1959. Pero desde que la plaza salió en “El Perfume” y aparece como lugar de obligada visita en las guías turísticas, hace unos años se optó por cerrarla para que los niños pudieran jugar sin que una horda de turistas los fotografiaran.
A cinco días de empezar el curso 111 colegios esperan un espacio
Hasta la fecha, 161 centros educativos han pedido al Ayuntamiento de Barcelona espacios públicos para poder desarrollar sus actividades en tiempos de covid, esto es el 40%. Un total de 129 centros quieren espacios al aire libre. Y 32 optan por otros equipamientos municipales como centros cívicos o bibliotecas. El teniente de alcalde de Cultura y Educación, Joan Subirats, ha confirmado esta mañana durante la presentación del curso escolar 2020-21 por parte del Consorcio de Educación de Barcelona, que se han asignado espacios a 50 centros escolares, sólo a uno de cada cuatro. Aunque Subirats ha asegurado que se están concretando las parejas, a cinco días de empezar las clases, 111 centros educativos esperan una respuesta.
El Ayuntamiento de Barcelona había puesto a disposición de los centros educativos espacios en 74 equipamientos municipales y 159 espacios exteriores en jardines, plazas y ubicaciones en la vía pública para que pudieran utilizarlos en horario lectivo para usos educativos.
La Escuela Els Xiprers toma el bosque de Collserola
Subirats nombró una decena de ejemplos, aunque algunos centros como la Escola Drassanes, a la que se le había asignado la plaza de la Mercè, dice que por ahora no utilizará el espacio. La Escuela Congrés-Indians podrá disponer de la plaza Assemblea de Catalunya, el Parque de la Pegaso y los Jardines de Elche; la Escuela Dovella tendrá a su disposición la Ludoteca Xalet de El Clot y las plazas Robacols y Monturiol; la calle Gallecs se cerrará al tráfico para la Escuela Àngels Garriga; el Instituto Montserrat hará uso de los jardines Enric Sagnier; el Instituto Escuela Rec Comtal, del Parque Trinitat Vella, el Parque Via Barcino o el centro cívico del barrio; mientras que la Escuela Catalonia trasladará algunas clases a la plaza Glòries, y el Colegio Xiprers, situado en un enclave privilegiado en medio del bosque hará clases en el Parque de Collserola.
1.087 alumnos más en P3
La covid ha obligado a repensar el curso 2020-21, en el que el trinomio, mascarilla, higiene y distancia social se ha instaurado como mantra. El Consorcio de Educación de Barcelona (CEB) ha creado la Oficina EduCovid para ayudar a las escuelas a implantar las medidas de prevención y hacer un seguimiento a los centros, 62 centros han pedido ayuda para gestionar las entradas y salidas. El curso arranca con 179.574 alumnos. A diferencia del resto del territorio, donde por cuestiones demográficas han bajado las matriculaciones, en la capital catalana hay 1.087 niños más que empiezan la escuela en P3. Un año más, la matrícula en la escuela pública (51,6%) supera a la concertada (48,4%), durante años, muy arraigada a la ciudad. Este cambio de tendencia explica que haya una escuela concertada que ha pasado a ser de titularidad pública, se trata de la Escuela Eixample. En el recinto de la Fabra i Coats, abre un nuevo centro, el Instituto Vapor de Fil.
Para velar por un retorno seguro, se ha acordado que los alumnos de secundaria lleven siempre la mascarilla, incuso, dentro de clase con su grupo estable. Los niños mayores de seis años, dependiendo de la situación epidemiológica. Los profesores tampoco se podrán quitar la mascarilla. Después de que siete profesores hayan dado positivo en los claustros de inicio de curso, los encuentros entre maestros serán telemáticos. Se permitirán encuentros puntuales de menos de diez personas. Las tutorías con los padres también se harán a distancia. González-Cambray trasladó a los profesores que mantengan la distancia y no se quiten la mascarilla para nada y eviten los desayunos en grupo. “Es la fórmula para evitar cuarentenas en caso de que un profesor dé positivo”, ha subrayado. Para hacer frente a un curso especial, se han incorporado 514 profesionales a los centros, 373 docentes.
Además, una semana después de arrancar el curso escolar, se empezarán a hacer test masivos. En septiembre, se harán 8.000 pruebas PCR y a partir de octubre 20.000 más.
La covid agrava la crisis
La pandemia ha agravado la crisis y las desigualdades sociales. En junio, el Ayuntamiento de Barcelona recibió la solicitud para 31.731 becas comedor, 25.832 eran renovaciones, pero 5.899 peticiones eran nuevas.
Castelldefels y Sant Cugat también ceden espacios a las escuelas
Por su parte, el Ayuntamiento de Castelldefels (Barcelona) ha anunciado que también reforzará las medidas para velar por un retorno a las aulas más seguro. Cederá en horario lectivo el campo de Canyars, el de la Via Ferria y Can Vinader. Además, se han ofrecido calles y plazas para actividades lúdicas. El Ayuntamiento de Sant Cugat informará esta tarde.
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