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La tragedia aérea de Lynyrd Skynyrd: el segundo día que murió la música

Tres integrantes de la mejor banda de rock sureño de la historia perecieron en un accidente de avión

El aeroplane donde viajaban Lynyrd Skynyrd, tras el accidente
El aeroplane donde viajaban Lynyrd Skynyrd, tras el accidenteLa Razón

La frase “el día que murió la música”, frase sacada del tema “American Pie” de Don McLean, hace referencia al trágico accidente aéreo ocurrido el 3 de febrero de 1959, en Clear Lake, Iowa (Estados Unidos). Una avioneta se estrelló tras despegar, y en el accidente murieron, además del piloto, tres destacados músicos en mayor y menor medida de la escena de la época, nada menos que el mítico Buddy Holly, The Big Bopper y Ritchie Valens (el autor de “La Bamba”).

La música obviamente no murió, pero 18 años después sucedió otro episodio igual de trágico. el 20 de octubre de 1977, un avión se estrelló en una zona muy boscosa del sureste de Mississippi. Querían alquilar e incluso comprar (estaban vendiendo muy bien) un avión para poder trasladarse de un concierto a otro con más comodidad que en furgonetas o autocares.

Pero el presupuesto era limitado y decidieron alquilar un Convair 240 desde Greenville, Carolina del Sur, a Baton Rouge, en Luisiana. Ese mismo avión había sido rechazado por Aerosmith poco tiempo antes ya que el responsable de examinarlo decidió que no era seguro para viajar. Y tenía razón. La nave se estrelló en

Fue un golpe nunca visto en la historia del Rock. Murieron el cantante y líder, el inconmensurable en todos los aspectos Ronnie Van Zant, el recientemente incorporado y excepcional guitarrista Steve Gaines y la corista y hermana de Steve, Cassie Gaines, además del road manager, el piloto y también el copiloto del avión. Quedaron vivas otras 20 personas, de milagro, entre ellas el resto del grupo.

“Tenemos poco combustible, ya casi se termina”, se supo luego que dijo el piloto al Centro de Houston. Menos de un cuarto de hora después, el avión ya se había estrellado en las afueras de Gillsburg. La portada original de Street Survivors mostraba a los integrantes del grupo parados entre edificios en llamas, y la compañía se vio obligada a eliminar las referencias al fuego. El álbum, uno de sus trabajos más brillantes, llevaba pocos días editado.

 

En 1964, se reunieron los compañeros de colegio Ronnie Van Zant, el cantante, los guitarristas Gary Rossington y Allen Collins, y el baterista Bob Burns y comenzaron a concretar un sueño, que dio como resultado una de las mejores discografías de la historia, con un sonido como una roca, también con sentimiento. Los estandartes de todo un estilo, el southern rock. Una trayectoria polémica y trágica como pocas (posteriormente murieron más integrantes de la banda. Para la posteridad queda un repertorio imbatible. Las eternas “Sweet Home Alabama” y “Free Bird” son solo la punta de la punta del iceberg.

El nombre del grupo es resultado del homenaje a un profesor de Educación Física del colegio adonde iban, que se llamaba Leonard Skinner. Para los que no entendían, la fonética quedó clara desde un comienzo, cuando a su disco debut le pusieron (Pronounced lĕh-nérd' skin-'nérd). En pocos años hicieron mucho y el 17 de octubre de 1977, estrenaron su quinto trabajo de estudio, Street Survivors, que llegaría a ser doble platino por su alto volumen de ventas.

 

Todo hacía pensar que el grupo no volvería, pero un año después su discográfica editó un álbum compilatorio que anduvo muy bien en ventas y para 1979 Billy Powell, Gary Rossington, Artimus Pyle y Allen Collins volvían al ruedo para darle nueva vida al proyecto, esta vez con la voz femenina de Dale Krantz, pareja de Rossington.

No obstante, poco después Collins conducía por la carretera –en aparente estado de ebriedad- junto a su esposa y sufrieron un brutal accidente que se llevó la vida de la mujer. El guitarrista quedó paralítico de la cintura para abajo y sobrevivió algún tiempo más hasta que falleció de neumonía.

Siguieron entrando y saliendo músicos, y mientras cambiaban las formaciones iban grabando discos. Pero muchos de esos nuevos integrantes también fueron muriendo en el camino. Como Leon Wilkeson con sus problemas de hígado, Ean Evans de cáncer (abandonó el grupo cuando ya estaba enfermo) y finalmente Billy Powell en 2008. Así, Rossington quedó como el único sobreviviente de la tragedia del avión. El fundador que contra viento y marea siguió adelante con su proyecto de la adolescencia.