Carles Puigdemont

Las claves del nuevo partido de Puigdemont: “confrontación inteligente”, militancia y anzuelo electoral

Mañana clausura su congreso fundacional con la aprobación de las ponencias política y organizativa. Plantea reclamar la mediación de la UE para «forzar» un referéndum

Opening ceremony of the Catalan party JxCat founding congress
Carles Puigdemont en la pantalla ante la presencia de Quim Torra en el inicio del congreso a finales de julioLUIS DIAZ / JXCAT HANDOUTEFE

Carles Puigdemont ultima su asalto a las próximas elecciones catalanas con un nuevo partido a su imagen y semejanza, desgajado del PDeCAT y que apuesta decididamente por la «confrontación inteligente» contra el Estado. Un proyecto que hoy culmina un largo congreso fundacional iniciado a finales de julio con el objetivo de batir a ERC en las urnas y mantenerse como la fuerza hegemónica del independentismo. Es decir, retener el mando del «procés» y de la Generalitat, con los republicanos favoritos en los sondeos publicados hasta el momento.

Y para lograrlo, Puigdemont ha esbozado un partido que deja atrás cualquier herencia de la extinta Convergència y apuesta abiertamente por postulados más cercanos a la unilateralidad. Hasta hoy a medianoche, los nuevos afiliados votaron las ponencias política y organizativa, que mañana se darán a conocer con una jornada de cierre en la que intervendrán el propio Carles Puigdemont y Elsa Artadi, una de sus manos derechas y miembro de la cúpula junto a Jordi Sànchez, Josep Rius, Jordi Turull y Anna Erra.

Según avanzaron ayer «El Periódico de Catalunya» y el diario «Ara», en su ponencia política Junts plantea reclamar la mediación de la UE para «forzar» un referéndum acordado si el independentismo supera el umbral del 50% de los votos en unas elecciones que califica de «plebiscitarias», en la línea con lo expresado por el propio expresident Torra y varios de sus dirigentes a lo largo de esta semana.

El documento político incide en la «confrontación inteligente» lanzada por Puigdemont este verano, aunque no cierra la puerta al diálogo con el Estado siempre que las dos partes acepten hablar, algo que ponen en duda desde el nuevo partido. Un mensaje contrario a la estrategia de Esquerra, mucho más posibilista y pragmática dentro del independentismo.

Otro de los aspectos fundamentales a definir por el partido de Puigdemont es el eje ideológico en el que se ubica. Tras renunciar a la herencia de centroderecha de Convergència, Junts cobija a importantes cuadros venidos del PDeCAT –todos los consejeros del Govern, por ejemplo, con Meritxell Budó a la cabeza–, independientes de perfil liberal como Elsa Artadi, o bien Jordi Sànchez, ex de Iniciativa igual que Toni Morral. En julio, Junts habló de ocupar el «carril central» y fijar el debate nacional como eje de su hoja de ruta, aunque habrá que ver las propuestas en materia económica y social.

Las siguientes incógnitas son a nivel organizativo, con la militancia y las primarias como asuntos a resolver con la vista puesta en los comicios que previsiblemente se celebrarán el próximo 14 de febrero. El primer caso es especialmente sensible tras la ruptura del espacio postconvergente entre la órbita de Puigdemont y el PDeCAT, enzarzados ahora en una batalla judicial por las siglas de la formación. Tras la fuga de importantes cuadros de la formación de David Bonvehí al proyecto de Puigdemont, queda por resolver ahora qué ocurre con los carnés de partido: todo apunta a que se permitirá la doble militancia hasta una «confrontación electoral». Es decir, será válida menos si la formación heredera de CDC decide concurrir.

Y el último debate, y no por ello menor, es saber quién será el candidato o candidata efectivo a la presidencia de la Generalitat y si Puigdemont decidirá finalmente encabezar o no de forma simbólica la lista. Tras el congreso, la ejecutiva deberá aprobar el reglamento y funcionamiento de unas hipotéticas primarias que cuentan ya con un nombre propio: Laura Borràs, la líder del partido en el Congreso, ha confirmado que se presentará. Investigada por el Supremo y dirigente muy cercana a Torra, cuenta con el respaldo de las bases. Un dato a tener en cuenta: es el miembro de la ejecutiva que recibió más votos y sólo se sitúa detrás de Puigdemont (presidente) y Sànchez (secretario general). También suenan Damià Calvet, Jordi Puigneró o Ramon Tremosa, los tres consejeros del Govern actual.