Barcelona

El escándalo de los cuadros falsos de Fortuny en la colección Muñoz Ramonet

Dos de las obras intervenidas por la Guardia Civil, son copias de piezas existentes en museos

A la izq., el original de Fortuny de "Soldado florentino". A la der., la copia en la colección Muñoz Ramonet aparecida en los recientes registros
A la izq., el original de Fortuny de "Soldado florentino". A la der., la copia en la colección Muñoz Ramonet aparecida en los recientes registrosLa Razón

El pasado viernes, el Ayuntamiento de Barcelona presentó el resultado de operación policial llevada a cabo por la Guardia Civil y que permitió la incautación de un total de 474 obras de arte, entre pinturas, dibujos, esculturas y miniaturas, supuestamente todas ellas pertenecientes al legado de Julio Muñoz Ramonet y que el empresario legó a la capital catalana.

A lo largo de la presentación de la operación llevada a cabo en diferentes almacenes, domicilios y oficinas de Madrid, Barcelona y Alicante, se localizaron obras de algunas grandes firmas. En la rueda de prensa de presentación de la llamada Operación Mecenazgo se dieron algunos nombres, uno de ellos el de Marià Fortuny. Sin embargo, como ha podido comprobar este diario, al menos dos cuadros de Fortuny son falsificaciones, no salieron de la mano de estos artistas.

En el inventario de la obra recuperada aparecen dos escenas árabes, una temática tan vinculada a la pintura de Fortuny. Eso es que pasa con la pieza con el número de inventario MR0073 y que nos muestra a un hombre mirando fijamente al espectador con vestuario de soldado. El cuadro fue de Julio Muñoz Ramonet.

Cuando el autor de estas líneas le muestra esta pintura a Emiliano Cano, especialista en la obra de Fortuny y autor del documental “Fortuny, la muerte del pintor”, nos señala que se trata de una copia realizada por un seguidor del pintor de Reus. ¿Y el original? Desde 1906, como aportación de la Diputación de Barcelona, se encuentra en las colecciones de lo que hoy es el Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac). Tiene el número de 010693-000 de inventario y se titula “Soldado florentino”. Es el original pintado por Fortuny, algo más oscuro que la copia encontrada entre los cuadros que escondían los herederos de Muñoz Ramonet.

Otra de las piezas, en la actualidad depositada tras los registros en el Instituto de Patrimonio Español, tiene es la que aparece con el número MR0062. En este caso vemos a un joven rifeño. De nuevo, tal y como nos indica Emiliano Cano, estamos ante una copia. El original realizado por Marià Fortuny se encuentra a miles de kilómetros, concretamente en el Taft Museum de Cincinatti. Por tanto, lo localizado por la Guardia Civil debe tratarse de una falsificación.

No es la primera que la sombra de la duda persigue a la colección Muñoz Ramonet, concretamente a lo que se refiere a grandes firmas. Las obras maestras siguen sin aparecer y en algunos casos hasta se duda que alguna vez existieran. Eso es lo que ocurre con la pintura titulada “Príncipe Jesús” y que supuestamente habría pintado Velázquez en Aranjuez. Tampoco se sabe nada de un cuadro retrato ovalado con inscripción Rembrandt fechado en 1606-1668, según inventarios de la colección del corrupto empresario franquista.

En 2013 se pudo entrar en la finca que Muñoz Ramonet poseía en la barcelonesa calle Muntaner y que hoy es sede de la fundación municipal que lleva su nombre. Fue en ese momento cuando se pudo constatar que las grandes obras no estaban y solo había piezas de autores del siglo XX como Vives Fierro, Curós o Abelló. En una de las paredes se encontró un retrato de mujer, en bastante mal estado de conservación, firmado Ramon Casas. Una imagen de ese cuadro ha sido vista, a instancias de este diario, por Gabriel Pinós, uno de los más destacados especialistas en el pintor modernista. No duda en indicar que se trata de una copia de uno de los más conocidos retratos de Julia Peraire, la musa de Casas, y que ha sido expuesto en algunas ocasiones.

El copista/falsificador trató de hacer pasar el cuadro de Muñoz Ramonet por una especie de estudio preparatorio del cuadro definitivo. Ni el trazo ni los colores son propios de Casas. Es, como con los cuadros de Fortuny, una copia que se ha querido pasar por obra buena.