Generalitat de Cataluña

La Generalitat apoya los tests de antígenos para no comprometer los laboratorios con PCR

Argimon argumenta que tienen una gran efectividad en una amplia variedad de supuestos

El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimón, en una rueda de prensa en la conselleria de Salud. David Zorrakino / Europa Press
El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimón, en una rueda de prensa en la conselleria de Salud. David Zorrakino / Europa PressDavid ZorrakinoEuropa Press

El secretario de Salud Pública y director del Institut Català de la Salut (ICS), Josep Maria Argimon, defiende los tests de antígenos para seguir haciendo pruebas sin comprometer unos laboratorios “que ya trabajan al límite de su capacidad de realización de PCR”.

Argimon asegura que los test de antígenos “tienen una alta efectividad en una amplia variedad de supuestos”.

El experto sanitario añade que los antígenos “son capaces de detectar con una altísima fiabilidad a aquellas personas que tienen más probabilidad de contagiar a otras personas”.

“Otro aspecto clave en su adopción es el relativo a la toma de muestra de los tests antigénicos”, que pese a ser actualmente nasofaríngea, puede realizarse mediante la frotis nasal de forma efectiva.

También destaca el poco tiempo que requiere este método: “Aunque ahora se recomienda un tiempo de espera de 15 minutos, ya tenemos indicadores que los resultados se pueden saber en mucho menos tiempo”. Asimismo, considera que el debate sobre el uso de los antigénicos “quedó superado” cuando el protocolo de Salud Pública de la Generalitat del 30 de octubre consensuó la novedad de estos test.

El departamento de Salud anunció el pasado lunes que hará test rápidos de antígenos a las personas que hayan sido contactos directos de un positivo de COVID-19 en lugar de las pruebas PCR que se practicaban hasta ahora.

Esta decisión se toma dada la gran cantidad de casos positivos existentes, que han multiplicado también las necesarias pruebas a los contactos estrechos, y que han retrasado el resultado de muchas de ellas por la saturación de algunos laboratorios públicos, como el de Vall d’Hebron.