Rock

Badfinger: la segunda cumbre de la orfebrería pop

Los autores del superclásico “Without You” tuvieron una brillante carrera musical marcada por los problemas económicos y el suicidio de sus dos líderes

La formación clásica de Badfinger
La formación clásica de BadfingerLa Razón

Cualquier seguidor de Badfinger siente una afinidad especial si en la vida se topa, conoce o entra en contacto con otro fan de la malograda banda británica. Una de las historias más tristes del Rock. Mucho se ha hablado y se habla de la mala suerte de Lynyrd Skynyrd, y de Ramones, con varios fallecidos en sus filas, pero es justo lamentar que, con una tragedia parecida, Badfinger sean tan poco reconocidos entre el gran público, un secreto para miles de seguidores muy muy fieles en todo el mundo. Es difícil describir lo que se siente si uno piensa en su trayectoria mientras escucha canciones fabulosas como “No Matter What” y “Without You”. Es triste también pensar que, en el caso de este último tema, tanta gente se piense que es obra de Harry Nilsson, o mucho peor aún, de Mariah Carey.

Su situación, desde fuera, siempre pareció muy envidiable. Un gran éxito detrás de otro, en Inglaterra y Estados Unidos, y además eran el primer gran fichaje de Apple Records, el sello discográfico de los Fab Four de Liverpool. Una decisión perfecta, teniendo en cuenta de que si en los años 70 alguien merecía de verdad el tan cacareado título de “herederos de The Beatles”, eran nuestros protagonistas.

Ya desde un principio, el principal problema fue el agobio económico. Su talento innato por las grandes melodías permitió que convirtieran oro todo lo que tocaban, a nivel musical, pero no de “royalties”. Por una serie de decisiones, casi no obtenían recompensa por componer gemas del Rock como las citadas y “Day After Day”, “Come and Get it”, “Baby Blue” y tantísimas otras. Los únicos que acabaron siendo ricos fueron sus abogados.

Uno de sus dos líderes, Pete Ham, creció en una zona dura de Gales, y compensaba su mal humor con su amor por la música. Su padre era fan de las “big bands”. Al final de su adolescencia, y con su guitarra, formó el trío The Panthers, un mero clon de The Shadows.

Tras varios cambios de miembros y nombres, un poco confuso todo, la banda quedó instalada de momento en la zona de Pete, Swansea, en Gales. El nombre definitivo parecía ser The Iveys.

El nuevo batería, Mike Gibbins, fue un fichaje decisivo. Más competente que sus predecesores, impulsó a The Iveys en el circuito de conciertos británico. Telonearon a nada menos que Spencer Davis Group, The Moody Blues, The Yardbirds y a una banda que prometía, The Who.

El siguiente paso importante llegó en 1966, cuando se trasladaron a Londres y empezaron a componer material propio. Además, ficharon a Tom Evans, lo que elevó aún más su nivel y status. El grupo era ahora uno de los mejores conjuntos de Gales, una mezcla de melodías a lo The Hollies con el rock’n’roll de los años 50. Finalmente, en 1968, atrajeron la atención de un tal Paul McCartney.

Otro problema fue totalmente inesperado, incluso para Apple. Badfinger no tenían un líder o un compositor claro, más bien eran un monstruo de cuatro cabezas, algo muy extraño esos años. Ello repercutió en la relación con la compañía y en la toma de decisiones.

El primer single, “Maybe Tomorrow”, fracasó en los principales mercados, y la verdad es que su personalidad aún no estaba definida. El debut, llamado igual, flojea bastante y pasó muy desapercibido. Sonaba desfasado, y no se publicó en Estados Unidos. Muy prescindible si lo comparamos con las obras posteriores, y de hecho se publicó bajo el nombre de The Iveys. Apple, con problemas en su organigrama, tampoco pasaba por su mejor momento.

La suerte se volvió de su aparte, con la aparición y ayuda de un futuro Sir, Paul McCartney. Les trajo una canción que él había escrito llamada “Come and Get It”, todo como parte de la banda sonora propuesta para una película llamada The “Magic Christian”. Ahora sí, el sencillo llegó al número 4 en su país, y obtuvo muy buenas ventas en Estados Unidos.

El disco lo merecía. Tras una portada que influenció las carpetas de The Mars Volta, por fin se grabó bajo el nombre de Badfinger. Lo sacaron de “Bad Finger Boogie”, una canción de sus ídolos The Beatles, que terminaría llamándose “With a Little Help From my Friends". Desestimaron la proposición de John Lennon de llamarse Prix.

Contiene las tres contribuciones del grupo a la película, temas de su anterior obra y cuatro canciones nuevas. Suena realmente un poco a mezcla, pero funciona. Es evidente, eso sí, la influencia de los Beatles, y es que estamos en el año de su canto del cisne, 1970. Aparte de “Maybe tomorrow”, destaca la melódica “Dear Angie”. Aún así, lo mejor son “Crimson Ship” y “Carry on Till Tomorrow”, ambas coescritas por Ham y Evans, que se van confirmado como los dos grandes talentos del grupo. “Magic Christian Music” fue el primer disco sólido de Badfinger.

Ficharon como guitarrista a Joey Molland, conocido dentro del Merseysound de Liverpool. La nueva formación parecía más fuerte aún, y Evans se pasó al bajo de forma definitiva. Fueron sumando éxitos, tan buenos como “Carry On To Tomorrow” (menos británica que de costumbre, más Costa Oeste norteamericana). También destacó la directa “Rock of All Ages”.

Gibbins y Molland contribuyeron, con sus pinceladas como compositores, endurecer el sonido del grupo, aunque siempre alcanzando una perfección pop que solo tiene parangón con sus mentores The Beatles y The Beach Boys.

Durante 1970-1971, Badfinger , además de sus propios compromisos, jugó en muchas sesiones asociadas con Apple. Ham , Evans y Molland tuvieron papeles clave en proyectos asociados con George Harrison , incluidos singles como “It Don’t Come Easy” y el álbum All Things Must Pass , y en el “Concert for Bangladesh”. También trabajaron en el disco más popular de Lennon, “Imagine”.

Y llegó su considerado mejor disco, “No Dice”. Ahora sí, no se trataba de retazos de diferentes proyectes e ideas. De esos álbumes perfectos, que no sobra nada, transmitiendo un romanticismo pop y muy rockero ya desde la fascinante portada, tan elegante. En el disco están sus dos temas más conocidos, “No Matter What” (versioneada por sus famosos fans Def Leppard), y la archifamosa (aunque no precisamente por ellos) “Without You”. La canción que conoce todo el mundo y que todo el mundo desconoce el autor real. Se trata de dos de los mejores temas del siglo XX.

Los magos de las gemas pop se consideraban ante todo un grupo de Rock, y así era. “No Dice" lo demuestra. La sensibilidad en la melodía estaba al mismo nivel que Lennon/McCartney, y solo Cheap Trick pueden decir esto también después de 1970. Un sonido totalmente británico, pero también original, propio. Logra el equilibrio adecuado entre artesanía, diversión y emoción, debido en gran parte parte al talento de Pete Ham, un orfebre, como bien saben Redd Kross, Jellyfish y Silver Sun, entre muchos otros.

La fama crecía, y Stan Polley se convirtió en su manager. Tenía mucha experiencia y astucia, quizá demasiada. Todo empezó mal cuando reorganizó las finanzas, lo que se tradujo en que casi nunca ganaron dinero, por increíble que parezca. La banda realizó una gira por Estados Unidos y vio que el álbum recibió críticas muy favorables. No obstante, en el país norteamericano se dieron cuenta que casi todo el mundo les veía casi por completo como una continuación de los Beatles.

A finales de 1971, el grupo lanzó “Straight Up”, logrando conseguir la misma maestría que con “No Dice”. Sus dos principales composiciones, “Day After Day” y “Baby Blue” quizá no sean tan famosas como los hits del disco anterior, pero valen su peso en oro. No se pueden mejorar.

En esta ocasión, contaron con la ayuda otro beatle, George Harrison, fan número 1 de Badfinger. Produjo el disco junto a Todd Rundgren y además presentó su actuación en el concierto solidario para Bangladesh. Se vendió bien e incluso podría haberse vendido mejor si Apple lo hubiera promovido de manera más activa, pero, en una señal de los problemas internos de la compañía, el grupo tuvo que valerse por sí mismo cuando promocionó el álbum en la gira.

Aparte de algunas tensiones internas en el grupo, hubo problemas para recolectar el dinero que estaban ganando. Apple estaba en un estado de caos, con Badfinger y los Beatles individuales como los únicos artistas que estaban ganando dinero para la compañía. Además, Polley seguía directamente robándoles dinero, sin que ellos hicieran gran cosa para impedirlo. Y seguían tocando un calendario brutal de giras y sesiones de grabación. El año 1972 fue de giras constantes y muy poca grabación. Se necesitaba un nuevo álbum, que el grupo se propuso producir ellos mismos.

No grabaron nada aprovechable, según Apple, hasta mediados de 1973. En ese momento, la banda se encontraba en una situación incómoda, casi imposible con su compañía discográfica. Polley , sabiendo que su contrato con Apple terminaba en 1973, negoció un contrato multimillonario con Warner Bros., un hecho que molestó a los responsables de Apple, sobre todo a Harrison . Sin embargo, continuar en Apple era imposible: el sello discográfico se encontraba en medio de un rápido declive.

Finalmente, lanzaron su último disco para Apple, “Ass”. La subsiguiente quiebra de Apple (que también inmovilizaría los “royalties” de los miembros del grupo) y el ajuste de cuentas económicas llevarían muchos años y, mientras tanto, le costaría al grupo cientos de miles de dólares.

“Ass” supuso un bajón respecto a sus anteriores obras, pero por supuesto contiene buena música. Simplemente, se nota que la situación era muy incómoda para ellos. Suena menos orfebrería pop, y más directo, no gustó nada a Apple y marcharon a Warner Bros. El nuevo sonido (con matices) no acabó de gustar, y las ventas fueron menores.

Su debut epónimo de Warner, que apareció pocos meses después, parece más la continuación de “Straight Up", y es superior. De “Ass” lo mejor es, de nuevo, la aportación de Ham, con buenos temas como “Timeless” y “Apple of my Eye”.Lo que se conoce como disco de transición.

“Badfinger” gana con el tiempo, y se acerca a sus cumbres, sin llegar al nivel. . Hay fans que opinan que falla la producción de Chris Thomas, pero se trata de un buen disco. De nuevo, destaca Ham, con pequeñas perlas como "Lonely You” y “Song for a Lost Friend”, “Shine on” junto a Evans. En general, es un buen álbum, porque recuerda a los mejores Badfinger. Gran portada, otra vez.

El grupo regresó al estudio a principios de 1974. El disco se llama “Wish You Were Here” (nada que ver con el de Pink Floyd, que salió al año siguiente). Meticulosamente grabado y producido, el álbum debería haber sido un regreso triunfal para el grupo. Sin embargo, fue en este momento cuando las maquinaciones financieras que involucraban las cuentas del grupo salieron a la superficie. Se perdieron millones de dólares de una cuenta de depósito en garantía establecida para proteger tanto al grupo como al sello discográfico, y el disco fue retirado poco después de publicarse.

Reeditado más tarde, el álbum presenta a unos Badfinger rejuvenecidos, más frescos, y muy power pop. Por un lado, es fácilmente el álbum más cohesionado que haya grabado el grupo, pese a que todos cuatro compusieron. Por enésima vez, Pete Ham demuestra ser uno de los mejores talentos del pop o del rock, con más perlas como “Dennis” y el contundente “Just a Chance. Los demás también aportan buenas canciones, como “Love Time” y “Should I Smoke”. Sonido Rock con melodía marca de la casa, y en esta ocasión muy destacable producción de Thomas.

Por supuesto no todo iba a funcionar bien, y el genial Ham quiso dejar Badfinger. Los motivos eran las relaciones personales, y evidentemente los problemas financieros. Finalmente, se quedó.

En 1974 los cuatro músicos se vieron empobrecidos y endeudados a pesar de sus años de trabajo, y con pocas perspectivas de ver algo de su dinero pronto. Un tercer álbum de Warner, titulado “Head First”, fue grabado pero no publicado en ese momento. La situación entre el sello discográfico y el grupo se había deteriorado, lo que llevó a la cancelación de su contrato a principios de 1975.

El 23 de abril de 1975, un año después de estas crisis financieras y profesionales, Ham, críticamente escaso de dinero, sin perspectivas de ver nada que le debían y con una hija en camino, se ahorcó en su garaje. Los asuntos del grupo, que ya eran un desastre, se habían convertido en una pesadilla. Los miembros del grupo que sobrevivieron trataron de recomponer sus vidas personales y profesionales durante los siguientes años.

En 1978, con la ayuda del baterista Kenny Harck y el guitarrista Joe Tansin , Evans y Molland intentaron revivir el nombre de Badfinger con el álbum “Airwaves” . Harck se fue durante la grabación del álbum al igual que Tansin poco después, por lo que el dúo restante contrató al ex- baterista de Stealers Wheel , Peter Clarke, y al ex teclista de Yes , Tony Kaye, para completar el grupo. Más tarde hicieron una gira por Estados Unidos, y un segundo álbum, Say No More, siguió en 1981, pero se trata de discos muy inferiores, y por supuesto se nota en exceso la ausencia de Pete.

Además, los conflictos legales resultaron casi insolubles, ya que los propios miembros estaban en desacuerdo entre sí. En algún momento temprano en la mañana del 19 de noviembre de 1983, después de una fuerte discusión con Molland por teléfono, Evans se ahorcó. Badfinger había perdido a sus dos mayores genios.

Las ironías posteriores fueron varias. Una de las mejores fue la publicación en el año 2000 de “Head First”, una maravilla de disco que está al lado de lo mejor de su discografía. En CD viene con un disco extra con más material de esas sesiones, que duraron dos semanas.

“Head First” confirma que Badfinger se había adaptado a un término medio efectivo entre sus dotes pop y sus inclinaciones al hard rock, con Ham y Tom Evans contribuyendo con trabajos igualmente buenos, sólidos. Por primera vez, no hay canciones que destacan, pero no es ni mucho menos en un sentido peyorativo. Una obra cohesionada, que suena perfecta.

Las otras ironías fueron, aparte de la calidad de este “nuevo” material, el culto alrededor de la banda, en grupos de todos los estilos. Por ejemplo, una de las mejores bandas de este siglo, Mother Superior, son unos auténticos especialistas en la obra de Badfinger.

Posteriormente aparecieron varias presentaciones de radio y grabaciones de conciertos, junto con el documental “Badfinger”, de 1997, que narra gran parte de su historia.