El “éxito” de Madrid irrumpe en plena precampaña electoral en Cataluña

El “éxito” de la Comunidad de Madrid ha irrumpido en plena precampaña electoral en Cataluña. El modelo tributario de bajos impuestos de Madrid y la gestión de la crisis del coronavirus que ha hecho Isabel Díaz Ayuso se han situado en el centro del debate de la política catalana en las últimas semanas: tanto es así que hoy, en la sesión al control del Govern celebrada en el Parlament han vuelto a aparecer ambos temas a iniciativa del propio president en funciones, Pere Aragonès. A preguntas de distintos grupos parlamentarios, Aragonès ha aprovechado para atacar el marco fiscal de Madrid y comparar la evolución de la epidemia entre ambos territorios.

Así, el modelo tributario ha cobrado hoy mucho protagonismo. El debate, abierto a raíz del acuerdo de presupuestos entre Esquerra y el Gobierno que incluye la revisión de los impuestos cedidos a las autonomías para empezar a caminar hacia una armonización fiscal, no solo enfrenta al independentismo y Madrid, sino que también ha generado choques en el seno del propio independentismo ya que JxCat, por ejemplo, rechaza poner el foco en los impuestos -que apuesta por no subirlos- y opta por ponerlo en el sistema de financiación -es decir, centrarse en el déficit fiscal-.

En concreto, el punto de mira se ha puesto, sobre todo, en el Impuesto de Patrimonio -aunque también en Sucesiones, Donaciones e, incluso, IRPF-. Y es que las diferencias sobre ese tributo son sustanciales entre Madrid -no se paga- y Cataluña -sí- (también son sustanciales, por ejemplo, en Sucesiones, aunque se pagan en ambas comunidades). “No exigimos que los trabajadores de la Comunidad de Madrid paguen más, sino que los ricos que residen fiscalmente en Madrid paguen lo que les corresponde”, ha asegurado Aragonès esta mañana.

El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha salido en defensa del modelo que su partido aplica en Madrid y ha aprovechado este debate abierto por el independentismo para ironizar sobre el declive del “procés”. “La decadencia del proceso independentista ha provocado escenarios absolutamente inimaginables. En vez de ejercer el autogobierno aquí para bajar los impuestos, se van a rogar a Sánchez para subirlos en Madrid. Es imposible imaginar un escenario más humillante para cualquier catalán”, ha espetado Fernández. “Trasladan ustedes una resignada rendición. Ya no aspiran a que Cataluña lidere nada. Simplemente, se conforman con fastidiar a Madrid”, ha añadido. “Yo, como catalán, no me resigno. Sigo pensando que bien gobernada, nuestra tierra puede liderar la innovación, la economía y la libertad en toda España, porque ya fuimos capaces de hacerlo en el pasado”, ha planteado el líder popular, proponiendo así su alternativa al independentismo.

Además del modelo tributario, Aragonès también ha hecho una comparativa entre la evolución de la epidemia en Madrid y Cataluña. “Hemos revertido la segunda ola con más rapidez, tomando medidas más contundentes y asumiendo que eran impopulares. Estamos yendo a una reducción en términos de los impactos sanitarios de la Covid tres veces más rápido que la Comunidad de Madrid, en reducción de contagios, de UCIs y de presión hospitalaria”, ha sostenido Aragonès.

El líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha salido aquí al paso para defender el modelo tanto de Madrid como de Castilla y León, también gobernada por el PP y Ciudadanos. “Ya nos hubiera gustado que hubieran dado las ayudas que han dado en Castilla y León o la sensibilidad que tuvo la Comunidad de Madrid con la restauración y hostelería”, ha destacado Carrizosa, que también ha atacado a ambos socios de Govern (ERC y JxCat), que ha asegurado que están salpicados por la “corrupción”, tras la operación Voloh y el “caso Borràs” -los naranjas destaparon ayer unos mails que aportan datos sobre la supuesta adjudicación de contratos irregulares de Laura Borràs-.

Y es que la gestión de la pandemia que ha hecho la Generalitat ha desatado malestar e indignación por el grado de restricciones que ha conllevado: se han cerrado bares, restaurantes, gimnasios o centros de estética, además de imponer el toque de queda desde las 22 horas a las 6 horas. En Madrid, en cambio, se ha mantenido la economía abierta y esa circunstancia ha generado numerosas comparativas ya que aun así, la pandemia se ha mantenido contenida.