Independentistas

Forcadell y Bassa regresan a prisión tras la revocación del tercer grado

La expresidenta del Parlament y la exconsellera han ingresado en la cárcel arropadas por un grupo de simpatizantes independentistas

Vuelta a la prisión de Bassa y Forcadell
Vuelta a la prisión de Bassa y ForcadellAgenciasLa Razón

La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la exconsellera, Dolors Bassa, han vuelto esta noche a prisión tras recibir la notificación del Tribunal Supremo, que esta mañana ha hecho público la resolución que tumba el tercer grado para los nueve presos independentistas. Los otros siete líderes independentistas encarcelados ya estaban en segundo grado desde agosto porque la juez de vigilancia penitenciaria había suspendido el régimen de semilibertad.

Forcadell ha ingresado casi a las 21 horas en la prisión de mujeres de Wad-Ras situada en la calle Doctor Trueta de Barcelona. Además de un grupo de simpatizantes arropando a la expresidenta del Parlament, también le han acompañado el president en funciones y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès; el presidente del Parlament, Roger Torrent, y la secretaria general adjunta de los republicanos, Marta Vilalta.

Antes, un poco pasadas las 20 horas, Bassa ha entrado en la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), donde ha llegado acompañada de la consellera de Agricultura de la Generalitat, Teresa Jordà, y la diputada de ERC en el Congreso y hermana de Bassa, Montse Bassa.

Las movilizaciones, organizadas por la ANC, han concentrado a poco más de un centenar de personas. La respuesta del independentismo en la calle, de nuevo, ha dado muestras de una evidente falta de músculo.

Tras la revocación del tercer grado y de la aplicación del artículo 100.2 que también permitía a los presos salir unas horas semanales a trabajar, los encarcelados, condenados a entre 9 y 13 años de prisión por un delito de sedición, pasan ahora al régimen ordinario y tan solo podrán salir a la calle mediante la obtención de permisos penitenciarios -tienen 36 días anuales-, siempre que hayan rebasado la cuarta parte de la condena. En este sentido, Junqueras es el último que alcanzará ese plazo -en enero-.

De esta manera, los presos quedan ahora en manos de la posibilidad de que el Gobierno les conceda el indulto o el Congreso reforme el delito de sedición para rebajar las penas por las que han sido condenados -se aplicaría de forma retroactiva- para tratar de acortar los plazos para su salida a la calle.

El Tribunal Supremo ha revocado el tercer grado por considerarlo prematuro. Entre los motivos que ha esgrimido el Alto Tribunal, considera que ninguno de los nueve presos ha cumplido la mitad de la condena -los primeros en superar ese plazo serán Jordi Sánchez y Jordi Cuixart en abril de 2022- y sólo tres de ellos -Sánchez, Cuixart y Joaquim Forn- tienen cumplida la cuarta parte de la condena.

La Generalitat concedió el tercer grado en julio, pero al poco tiempo, la Fiscalía recurrió. La juez de vigilancia penitenciaria correspondiente a Lledoners tumbó el recurso del Ministerio Fiscal contra los siete presos, pero dejó en suspenso el tercer grado a la espera de que el Supremo resolviera el recurso de la Fiscalía a su fallo. En cambio, los jueces de vigilancia penitenciaria de Bassa y Forcadell tumbaron el recurso y también permitieron que continuaran bajo el régimen de semilibertad.