14-F

JxCat-Demòcrates: el acuerdo de la “confrontación” y la DUI sin plazos ni concreciones

El partido de Puigdemont y Borràs sella una alianza con la escisión independentista de Unió

Laura Borràs (JxCat) y Toni Castellà (Demòcrates) en rueda de prensa
Laura Borràs (JxCat) y Toni Castellà (Demòcrates) en rueda de prensaJXCAT

El independentismo trata de reubicarse de cara a las elecciones con alianzas insólitas, nuevas apuestas para la presidencia de la Generalitatl y reconstrucciones quirúrgicas dentro del espacio postconvergente, roto en mil y un pedazos desde la ruptura entre JxCat y el PDeCAT. Hoy, Junts, el partido de Carles Puigdemont y Laura Borràs, ha sellado un acuerdo para el 14-F con Demòcrates, la escisión soberanista de la extinta Unió antiguamente en alianza con Convergència.

Una pirueta del destino que les vuelve a unir en un formato y con un plan completamente distintos: la apuesta pasa por hacer efectivo el “mandato del 1-O” y la declaración unilateral de independencia (DUI) del 27-O en un clima de “confrotación” y “mobilización” ciudadana “permanente” y “sostenida” en el tiempo. De hecho, se trata de una hoja de ruta que no detalla plazos al margen de apelar a la “estrategia ganadora” de 2017 para que “Cataluña sea un estado independiente en forma de república” sin más concreciones ni calendarios.

En rueda de prensa telemática, el líder de Demòcrates, Toni Castellà, ha explicado que nueve miembros del partido se incorporarán a la lista de JxCat -6 por Barcelona, y uno por Girona, Tarragona y Lleida-, y ambas formaciones han establecido que la diputada Titón Laïlla ocupe el puesto 16 en la candidatura por Barcelona y él la posición 25, pese a ser el ganador de las primarias internas. Hay que tener en cuenta que los postconvergentes logaron en 2017 17 escaños por Barcelona, por lo que Laïlla estaría dentro y Castellà quedaría fuera de compararse con el resultado de hace tres años.

También hay que tener en cuenta que en los comicios anteriores, Demòcrates se presentó con ERC y formó parte de su grupo parlamentario, un acuerdo que los republicanos extinguieron a principios de diciembre tras acusarles de participar en una reunión “con colectivos ultra e identitarios” del independentismo.

El documento sellado por ambas formaciones consta de ocho puntos, sitúa “la confrontación ciudadana e institucional, pacífica pero contundente”, como “la vía más realista para llegar a la independencia”, define las elecciones del 14-F como “plebicitarias” -”lo son todas desde el 1-O”, ha remarcado Borràs- y habla de la “desobediencia civil” y la “unilateralidad”. También prevé que las instituciones no hagan “autonomismo” y reconoce al Consell de la República como “autoridad nacional en el proceso de liberación nacional”.

Dardos entre JxCat y el PDeCAT

La ruptura entre Junts y el PDeCAT y la cercanía de las elecciones del 14 de febrero han agudizado las diferencias entre ambas formaciones, a la greña estos días por el foro de partidos en el que se debe decidir si se celebran los comicios por la pandemia. El alcalde de Igualada (Barcelona) y número tres en la lista del PDeCAT a las elecciones, Marc Castells, ha asegurado que la formación asistirá “sí o sí” a la próxima reunión, aunque no les hayan invitado. “El sectarismo de algunos partidos y la dictadura del partido de Carles Puigdemont a la hora de vetarnos es muy grave”, ha denunciado Castells. Borràs ha negado las acusaciones al ser preguntada por ello en rueda de prensa.

“Todos los grupos parlamentarios presentes en el Parlament están representados en esta mesa de partidos. Fue el mecanismo que se acordó. No es una reunión de partidos, es una reunión con los grupos”, ha defendido la portavoz del Ejecutivo y dirigente de JxCat, Meritxell Budó.