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El “procés” y el “todos contra Illa” marcan el primer debate televisivo en la campaña de las elecciones catalanas
La pandemia y la posibilidad del tripartito enfrentan a los nueve partidos que han participado
El primer debate en televisión (RTVE) de la campaña de las elecciones catalanas del 14 de febrero ha estado marcado por el “procés” y por los ataques constantes contra el presidenciable del PSC, Salvador Illa. Pese a que ha habido nueve candidatos contendiendo, ha habido dinamismo y ataques y contraataques entre todos, aunque ha faltado claridad y margen para que cada formación expusiera sus propuestas con mayor concreción. Tampoco el planteamiento del debate lo ha permitido, que ha estado muy volcado en la pandemia -en la fase inicial- y el “procés” y los pactos postelectorales, al final han acabado copando casi todo el protagonismo -de hecho, el debate ha empezado con el revuelo armado por los partidos independentistas, que se han negado a expresarse en castellano y han usado el catalán en sus intervenciones-.
Así, Illa se ha convertido en el principal receptor de los ataques y ha eclipsado la pugna entre JxCat y Esquerra, que apenas se han enfrentado. Tanto independentistas como constitucionalistas han dirigido sus dardos a Illa: mientras desde el bloque separatista se le ha atizado por su paso por el Gobierno y la inacción para resolver la crisis política -la CUP ha acusado al PSOE de “trilerismo”-, desde el constitucionalismo se le ha atribuido ya un pacto tripartito con ERC y Podemos. Además, desde ambos bloques también se ha cargado contra su gestión de la pandemia como ministro de Sanidad. PP o Ciudadanos también han recriminado a JxCat y Esquerra su caótica gestión en la Generalitat.
El candidato socialista, pese a las numerosas interpelaciones, se ha mantenido firme en su planteamiento, sin polemizar, y ha pedido acabar la división y superar el “procés” -”diálogo dentro de la Ley”-; se ha mostrado conciliador e integrador -”Cataluña no tiene que renunciar a ninguna mitad” y “hay que reencontrarse”; y, ha aprovechado el escaparate de RTVE para dirigirse, sobre todo, a los votantes de Ciudadanos y ha reivindicado la unidad de España en varias ocasiones -”a mí ninguna lección de constitucionalismo”- y ha contraatacado con dureza e ironía al independentismo -ha recordado que desde el independentismo se ha llegado a teorizar sobre la catalanidad de Cristóbal Colón-.
En el seno del independentismo, Pere Aragonès (ERC) ha estado muy activo y ha tratado de poner en el punto de mira constantemente al PSC y a reivindicar su buen hacer durante la pandemia. Laura Borràs (JxCat), que ha recibido con gran indignación que Carlos Carrizosa (Ciudadanos) le haya recordado su causa judicial ante el Tribunal Supremo por la presunta adjudicación a dedo de contratos públicos cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas, también ha atacado a Illa y ha agitado el fantasma del tripartito en alguna ocasión. Asimismo, ha rechazado con rotundidad un gobierno con Podemos.
Desde el constitucionalismo, Alejandro Fernández (PP) también ha recordado al PSC sus acuerdos municipales con el independentismo -ha intercambiado golpes con Illa por el grado de compromiso con el constitucionalismo de cada uno- que en algunos municipios (Castelldefels) han dejado fuera de la alcaldía a los populares pese a haber ganado. Fernández ha subrayado su intención de devolver a Cataluña al liderazgo económico de España y ha apostado por calcar el modelo de la Comunidad de Madrid para gestionar la pandemia y ha abogado por rebajar la presión fiscal para reactivar la economía.
Ignacio Garriga (Vox) ha entablado poca discusión con el resto de contendientes y ha basado sus intervenciones en dos temas: por un lado, ha cargado contra el coste de los “chiringuitos” construidos por la “mafia separatista”; por otro lado, ha subrayado en varias ocasiones la “necesidad” que tiene Cataluña de aumentar la seguridad en las calles y “acabar con la islamización”.
Carlos Carrizosa (Ciudadanos) ha cargado duramente contra el “procés” y las formaciones independentistas, pero también ha mostrado iniciativa y ha ofrecido de nuevo un pacto a Illa para después de las elecciones. Illa ha evitado responder.
Jéssica Albiach (Podemos) se ha mostrado muy claro en su voluntad por fraguar un gobierno de izquierdas amplio y ha rechazado de forma rotunda a JxCat por su “nacionalismo excluyente”: de hecho, ha interpelado a Aragonès si cobijaría a “xenófobos” en su Govern, después de los insultos de las últimas semanas de algunos miembros de la lista de JxCat.
Àngels Chacón (PDeCat) ha conseguido protagonismo durante el debate cuando ha intentado explotar la indefinición de JxCat en algunos aspectos -por ejemplo, el impuesto de sucesiones-; ha reivindicado una bajada de la presión fiscal; ha defendido la escuela concertada; y, ha cargado duramente contra la CUP y su influencia en la política catalana.
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