Las violentas reacciones al encarcelamiento de Hasel preocupan a los Mossos

El ingreso en prisión del rapero Pablo Hasel y la reacción que hubo por ello en las calles de muchas ciudades catalanas preocupa a la Generalitat y a la conselleria de Interior en concreto. Seguramente, la virulencia y afluencia de las manifestaciones y protestas, sobre todo en Vic, fue mayor a la esperada.

El conseller’ de Interior, Miquel Sàmper, el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, y el director general de la policía, Pere Ferrer, se reúnen hoy miércoles para analizar analizar los graves disturbios registrados en Barcelona, Vic, Lleida, Girona y Reus durante las protestas en apoyo del rapero Pablo Hasel. La reunión se celebra en el complejo Égara, en Sabadell, según ha informado Interior. Las protestas contra el encarcelamiento de Hasel se saldaron la noche del martes con 14 detenidos y 33 heridos, 17 de ellos policías.

En la cúpula policial catalana ha causado especial inquietud el asalto a la comisaría de los Mossos en Vic, un hecho inusual en la historia reciente, que acabó con 11 agentes heridos. Sàmper, Trapero, Ferrer y el comisario Ferran López fueron de madrugada a esta comisaría, que ha sufrido importantes destrozos. Durante la visita, a la que se sumó la alcaldesa de Vic, Anna Erra, la cúpula de Interior examinó los daños y se interesó por los agentes heridos.

Algunos manifestantes, antes de atacar la comisaría, lanzaron piedras contra el edificio de los juzgados y contra los agentes que lo custodiaban. Más tarde se dirigieron a la comisaría, donde lanzaron grandes piedras contra el edificio, rompiendo varios cristales de la misma, y realizaron pintadas con lemas como ‘Lluita al carrer’ y ‘Mort al feixisme’. Algunos vándalos intentaron incluso entrar en las dependencias policiales, siendo repelidos por agentes que la custodiaban, que cargaron contra los asaltantes.

La detención de Hasel la mañana de ayer en el rectorado de la Universidad de Lleida ha desatado protestas que están derivando en un correcalles e incendios por el centro de Barcelona, Lleida o Girona y que tuvieron como objetivo, en muchos casos, locales de policía y oficinas bancarias.

Según informaron los Mossos d’Esquadra, ocho personas fueron detenidas en Lleida, tres en Barcelona, y cuatro en Vic (uno por la Guardia Urbana), las localidades catalanas donde, junto con Girona, se produjeron los incidentes más graves durante las manifestaciones.

En Barcelona, la marcha partió desde la plaza Lesseps, y bajó hasta la confluencia de Via Augusta con Travessera de Gràcia. Los enfrentamientos con los Mossos y la Guardia Urbana se fueron intensificando a medida que fue avanzando la columna de manifestantes, que, a su paso, fue causando numerosos destrozos, tanto en mobiliario urbano como en distintas sucursales bancarias -siempre objeto de ataques de este tipo de colectivos radicales-.

Entre los ataques a la policía, los manifestantes incendiaron motos de la Guardia Urbana, y lanzaron todo tipo de objetos contra la línea policial. Los contenedores quemaron mientras que los Bomberos se desplazaron hasta el lugar para apagar los incendios.

En la ciudad de Girona, un grupo de personas quemó contenedores y lanzaron piedras y material pirotécnico a una comisaría de policía. Los Mossos d’Esquadra han recomendado a los ciudadanos mantenerse alejados de la zona.

En Vic, ciudad del interior de Cataluña y feudo del independentismo más radical, los Mossos d’Esquadra han notificado que la comisaría de la ciudad ha sufrido daños. Tantos que ha quedado prácticamente destrozada por un grupo de manifestantes que han rodeado el edificio público.

En Lleida, también se han congregado también unas dos mil personas para protestar contra el encarcelamiento de Hasel y han lanzando huevos contra la sede del PSC y han cantado consignas contra Podemos y socialistas catalanes. Al menos un agente de la policía ha quedado herido durante los intentos por dispersar las protestas.