Post 14-F
ERC cede y ya trabaja con la CUP en un “plan de choque” para hacer “cambios profundos” en los Mossos
Los republicanos asumen pactar con los anticapitalistas un “giro de 180″ en el modelo policial en las negociaciones para la investidura de Pere Aragonès
El papel de los Mossos y el modelo de seguridad y orden público catalán han irrumpido con fuerza en las negociaciones para formar Govern tras el 14-F. Las protestas a raíz del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél han agitado el escenario postelectoral y siguen condicionando la agenda de los partidos, especialmente después de la presión ejercida por la CUP e incluso por JxCat en este sentido. Hoy, ERC y los antisistema se han reunido en su segundo encuentro para conformar un Ejecutivo independentista y han anunciado que ya estudian un “plan de choque” para hacer “cambios profundos” en el modelo de “seguridad y orden público” de Cataluña. Es decir, en la policía autonómica.
A través de un comunicado, los republicanos han reconocido que ambas formaciones “han puesto sobre la mesa un plan de choque que debe permitir hacer un cambio profundo en el modelo de seguridad y orden público de Cataluña”. Un gesto que supone de facto una concesión de ERC a la CUP justo un día después que el propio candidato a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, se esforzara en desvincular los Mossos de las negociaciones para formar Gobierno.
Los antisistema traducen la propuesta en el impulso de un plan de choque que “permita virar en 180 grados la estrategia antirrepresiva del país”, en relación a la política de los cuerpos de seguridad en Cataluña, y desvelan otro punto de acuerdo con los republicanos: prevén promocionar un ‘Pacto Nacional Antifascista’ formado por diversas organizaciones. Una suerte de cordón sanitario a Vox que quieren hacer extensivo “al resto de grupos del Parlament” de Cataluña para “afrontar la entrada” del partido de Santiago Abascal en la cámara.
El de este martes es el segundo encuentro entre Esquerra y la CUP. El primero fue la semana pasada, después de que los republicanos decidieran inaugurar su ronda con los antisistema por delante de Junts, una maniobra que denota su voluntad de alejarse de la idea de repetir un Gobierno en solitario con los postconvergentes y sumar como sea a los anticapitalistas.
Sobre los cambios a abordar, está por ver cuál acaba siendo el alcance real de la reforma. La CUP, la formación más vehemente contra los Mossos ha raíz de las protestas y altercados, ha puesto ya varias reclamaciones encima de la mesa: por el momento, exige el cese inmediato del conseller de Interior, Miquel Sàmper (JxCat), la supresión de la unidad de antidisturbios y una moratoria en el uso de balas de foam, al margen de la citada revisión en profundidad del modelo policial.
En ERC se han mostrado más cautos por el momento y hablan de afrontar el debate en el Parlament durante la próxima legislatura, aunque hoy ya han acercado posiciones con la CUP con un “plan de choque” para reformar los Mossos.
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