Disturbios
Clamor en los Mossos d’Esquadra: «¿Dónde está Trapero?»
Arrecian las críticas contra el jefe del cuerpo policial por estar desaparecido tras dos semanas de violencia en las calles
Los Mossos d’Esquadra se hallan contra las cuerdas tras dos semanas de violentos ataques y, dentro del cuerpo, los agentes dirigen las críticas contra la clase política por alentar las protestas, pero también contra los mandos, a los que acusan de plegarse a las directrices de los dirigentes políticos. Y, en concreto, contra el mayor Josep Lluís Trapero. «¿Dónde está Trapero?», es el clamor que recorre el cuerpo policial, según coinciden en señalar diversos agentes consultados por este diario. La policía catalana está atravesando un momento de máxima delicadeza y su jefe está desaparecido (sí está al frente de los dispositivos), más allá de visitar y dejarse fotografiar en alguno de los lugares atacados por los manifestantes, como la comisaría de Vic (apedreada y destrozada).
Los agentes reclaman que dé un golpe encima de la mesa, dé la cara por los Mossos d’Esquadra y plante cara ante los líderes políticos. «Queremos que dé una rueda de prensa para decir basta. Pero como son cargos elegidos por los políticos, no lo hará», asegura Albert Palacios, del sindicato Uspac. Otro sindicato, CC.OO., ha enviado directamente una carta a Trapero para pedirle una reunión.
Pero, ¿por qué se ha mantenido escondido durante estas dos semanas de furia callejera? Corren diferentes versiones. La oficial, de la conselleria de Interior, es la siguiente: «Hay un portavoz dentro del cuerpo desde hace meses. Un comisario que es quien tiene esta función, ejercida durante la pandemia, por ejemplo», aseguran desde el departamento. Si bien, otras voces del cuerpo señalan el contexto político: creen que si saliera a comparecer a respaldar a la policía enturbiaría las negociaciones para formar Govern entre Esquerra, JxCat y la CUP. Esto casa con las palabras del propio conseller de Interior Miquel Sàmper, quien ayer también reconoció haber actuado influido por los anticapitalistas: por ejemplo, admitió no haber salido a condenar la violencia con contundencia por temor a generar malestar.
No obstante, entre los agentes se echa en falta la voz de Trapero y otros altos mandos, como Ferran López o Joan Carles Molinero (es el comisario portavoz). Molinero ha hablado en algunas entrevistas, pero sin hacer una «defensa acérrima de los agentes», según coinciden diversas voces. «En cualquier otro cuerpo policial, como la Guardia Civil, la Policía Nacional o la Ertzaintza, sus mandos salen de inmediato a defender a la tropa», asegura un agente policial. En síntesis, todos los consultados vienen a pedir que Trapero salga a dar un espaldarazo a un cuerpo que ha recibido un vendaval de críticas y hostilidad por parte de algunos sectores del independentismo y diga que se «está trabajando bien» y «no hay mala praxis».
Mientras Trapero permanece sin comparecer, Sàmper sí ha aparcado todo ápice de cuestionamiento hacia los Mossos d’Esquadra, da la cara y cierra filas con el cuerpo. Además de condenar con rotundidad la violencia en las calles, también ha criticado las presiones que se están cerniendo sobre la conselleria de Interior y ha pedido –en línea con JxCat– que se deje de lado cualquier cambio en el modelo policial después de que la CUP y Esquerra hayan acordado trabajar en la posible supresión de las balas de foam o impedir que los antidisturbios vayan a los desahucios. Sàmper mantuvo ayer una reunión con Ada Colau para abordar los disturbios y ambos pidieron unidad de acción.
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