Sociedad

Rebeldía

Un sacerdote expulsado de la Iglesia oficia misas en un centro clandestino de Barcelona

El Arzobispado de la capital catalana recuerda que “no puede usar ningún tipo de distintivo clerical

El cardenal arzobispo Juan José Omella
El cardenal arzobispo Juan José OmellaARZOBISPADO DE BARCELONAARZOBISPADO DE BARCELONA

El Arzobispado de Barcelona ha hecho público esta semana que un antiguo clérigo está oficiando misas clandestinas sin autorización en la calle Bailén de Barcelona. A lo que se le suma que sobre el sacerdote en cuestión pesa una orden de expulsión. El Arzobispado identifica a este hombre como un antiguo sacerdote de la diócesis de Alcalá de Henares (Madrid) que fue expulsado de la orden clerical, el 22 de julio de 2017.

Este hecho implica que “no puede usar ningún tipo de hábito ni de distintivo clerical, que tiene prohibido cualquier ejercicio del ministerio sacerdotal en todos sus ámbitos“ y que, por tanto, “no puede ser nunca admitido como clérigo en ninguna celebración litúrgica de la Iglesia católica”. De hecho, según comentan, fue expulsado por la Santa Sede por “inobservancia del celibato”, según el periódico Vida Nueva, tras dos investigaciones contra él. La primera, ante la posibilidad de que hubiera sido padre mientras ejercía el ministerio en Alcalá de Henares en 2006 con una madre soltera a la que asesoraba espiritualmente; la segunda, por una acusación de abusos por parte de un diácono cuando era párroco en Épila (Zaragoza), en 2014.

El Arzobispado , así pues, califica la actuación de esta persona como “grave rebeldía ante una decisión firme” y apunta a que también lleva a cabo actos litúrgicos a la ermita de Can Cerdà, de Cerdanyola del Vallès, por lo que el Obispado de Terrassa también debería advertir a los fieles de la zona.

En consecuencia, el Arzobispado “pone estos nuevos hechos en conocimiento de los fieles católicos de las diócesis de Barcelona y Terrassa para que eviten cuidadosamente la asistencia y participación en el culto ni en el espacio indicado ni en ninguna parte con la persona mencionada, por razón de su ilicitud”. El Arzobispado también ha advertido a los clérigos de ambas diócesis “que consideren estrictamente prohibida para ellos cualquier tipo de celebración de culto ni en el espacio mencionado ni con la persona referida, sin perjuicio de la responsabilidad canónica que se pudiera derivar”.