Nombramiento
Santi Rodríguez se convertirá este lunes en el nuevo secretario general del PP en Cataluña
Salvo cambio de última hora, el partido hará el nombramiento en la reunión de la Ejecutiva
Si no hay cambio durante la reunión de la Ejecutiva del PP catalán que se celebrará este lunes por la mañana, Santi Rodríguez se convertirá en el nuevo secretario general. Según ha podido saber este diario, Rodríguez (Vilanova i la Geltrú, 1964) sucederá como número 2 de los populares a Daniel Serrano y volverá al cargo que ya ocupó durante la presidencia de Xavier García Albiol.
Los populares catalanes llevaban sin secretario general desde el 25 de enero, cuando Serrano renunció al cargo tras desvelarse una investigación sobre un presunto caso de agresión sexual. El presidente del partido, Alejandro Fernández, había optado por dejar pasar las elecciones y la constitución del Parlament para tomar la decisión definitiva.
Con este nombramiento propuesto por Alejandro Fernández, el líder de los populares tratará de recoser la unidad interna y reforzar la presencia territorial. El partido tiene un contexto propicio por delante: dispone de un reconocido y popular líder (Fernández) y cuenta con el viento a favor gracias al crecimiento que puede experimentar a costa de la caída de Ciudadanos. No obstante, tendrá que sofocar antes la tensión interna que ha empezado a crecer en las últimas semanas, sobre todo, a raíz de los resultados del 14 de febrero.
En este sentido, nadie ha puesto en cuestión el liderazgo de Fernández en el partido, aunque sí se ha criticado la escasa atención prestada a los asuntos internos. Y, en este punto, Rodríguez aterriza como secretario general con el objetivo de corregir ese déficit ya que tiene una amplia trayectoria a sus espaldas en el PP catalán y tiene un muy buen conocimiento de la realidad del partido. Además, cuenta a su favor que tiene buena relación con los distintos sectores que conviven en el PP.
Una de las principales carpetas que tiene por delante es reforzar la presencia territorial del partido. En este ámbito, los populares han observado cómo la debacle de Ciudadanos ha atraído y acercado a militantes naranjas, circunstancia que puede contribuir a engrosar a las bases del PP, mermadas en los últimos años a raíz de la pérdida de representación en las instituciones y el desgaste de la gestión del “procés” desde el Gobierno.
También está la carpeta de Barcelona. La capital catalana se ha convertido en el epicentro de un terremoto en los últimos días que tiene como protagonista a Josep Bou. El candidato del PP al Ayuntamiento se ha erigido en un problema para el partido casi desde que se celebraran las elecciones municipales en mayo de 2019 y ahora está maniobrando para tratar de despojar de cargos a afines a Fernández y Óscar Ramírez (concejal en el Ayuntamiento de Barcelona).
En la última semana, Bou ha destituido a dos consellers de distrito en la ciudad de Barcelona que eran afines a la dirección del partido. Bou va por libre ya que no tiene carné de partido y, aunque ha amenazado en multitud de ocasionarse con marcharse del PP, nunca ha dado el paso y ahora ha tratado de acercarse a dirigentes populares críticos con la dirección para tratar de que su voz tenga más fuerza. En este sentido, sobre todo, está tratando de aproximar posiciones con Xavier García Albiol.
Las relaciones entre Albiol y Fernández son mejorables. El alcalde de Badalona dejó la presidencia del partido molesto con la actitud del actual líder del partido y ahora que ha recuperado el poder en la cuarta ciudad más importante de Cataluña (por número de habitantes -220.000-) ha apuntalado su ascendencia en la formación.
Fernández tiene ahora por delante el reto de recoser al partido y reforzarlo con la mirada puesta en las elecciones municipales de 2023. En Barcelona puede aprovechar la posible desintegración de Ciudadanos y la afinidad con Barcelona pel Canvi (formación de Manuel Valls y Eva Parera) para fraguar una candidatura que permita recuperar el peso en el consistorio que logró el partido en 2011 con Alberto Fernández, cuando alcanzaron los nueve ediles -ahora están en dos, BCN pel Canvi tiene dos y Cs tiene tres-.
No obstante, el PP en Barcelona tiene que conllevar hasta entonces el grave problema que atraviesa por la tensión entre sus dos concejales (Bou y Ramírez), que ha conducido a situaciones difícil de explicar. En este sentido, hay quien acusa a Bou de estar detrás de la votación a favor de determinadas iniciativas de Ada Colau.
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