Análisis

Mismas mayorías, ¿otro bloqueo en unas nuevas elecciones en Cataluña?

El PDeCAT volvería a quedarse a las puertas de entrar en la cámara con el 2,8%, aunque sus votos permitirían al independentismo rebasar el 50%. Esquerra se distancia de Puigdemont

El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, vota de viva voz durante la segunda sesión del debate de investidura que se ha celebrado este martes en el Auditori del Parlament
El candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, vota de viva voz durante la segunda sesión del debate de investidura que se ha celebrado este martes en el Auditori del ParlamentQuique GarcíaAgencia EFE

La encuesta de NC Report para LA RAZÓN realizada tras las dos votaciones de investidura fallidas de Pere Aragonès (ERC) en el Parlament arroja una fotografía del tablero político catalán prácticamente inamovible, con las mismas sumas y mayorías por bloques que el 14 de febrero. El independentismo, con Esquerra como líder ante JxCat y la CUP, sumaría en un hipotético adelanto electoral los mismos 74 escaños -la mayoría está en 68- que tiene ahora en el Parlament. Otro detalle importante es que con los votos del PDeCAT –volvería a quedarse a las puertas de entrar en la cámara con el 2,8%–rebasaría de nuevo el umbral del 50% de los apoyos en las urnas al crecer ligeramente (51,3%). Y lo mismo ocurre en el lado contrario pese al descalabro de Cs, que pasaría a ser testimonial: incluidos los comunes, el resto conservaría los 61 diputados.

Una distribución de escaños y votos que haría muy difícil la digestión postelectoral y la formación de un hipotético Ejecutivo, igual que ocurre ahora tras el 14-F. Pese a las diferencias en las negociaciones entre JxCat y Esquerra, principalmente por el mando del «procés» y de la Generalitat, lo cierto es que ambos partidos rechazan la posibilidad de una repetición electoral que quedaría automáticamente fijada en pleno verano –aproximadamente el 18 de julio– y coincidiendo con una cuarta ola del coronavirus que va ganando terreno. El margen actual se alarga hasta el 26 de mayo. Y del sondeo se desprende que la abstención seguiría creciendo de celebrarse elecciones, también por la fatiga política derivada del bloqueo en Cataluña.

Y es que según la encuesta de NC Report realizado entre el 30 de marzo y el 1 de abril, justo después del fracaso de la investidura de Pere Aragonès, de celebrarse ahora los comicios Esquerra ampliaría su ventaja respecto a su principal rival por la hegemonía independentista: la lista de Carles Puigdemont. A tres escaños y más de 90.000 votos de distancia, los republicanos podrían presionar a los postconvergentes desde la distancia y tener un papel predominante en las negociaciones. Según el diagnóstico derivado del sondeo, incluso podrían virar hacia la izquierda y tratar de sumar a los comunes, aunque la entente con los socialistas se antojaría complicada por dos factores: por la citada circunstancia de que el independentismo volvería a rebasar el 50% de los votos sumando los apoyos del PDeCAT; y por la nueva victoria del PSC de Salvador Illa, quien reitera desde el 14-F que su intención es liderar la «alternativa» al ganar los comicios con un importante crecimiento respecto a la última cita electoral de 2017 y recogiendo el testigo del entonces voto útil a Ciudadanos.

Sea como fuere, la fotografía del sondeo avala también por parte de sus electores el pacto de la CUP con ERC para la investidura de Pere Aragonès –ambas formaciones crecen–y penaliza con fuerza la estrategia de Inés Arrimadas en Ciudadanos.

Además, el PP se convierte en la formación que más voto retendría (96,3%) y que más crecería al pasar de tres a cinco escaños. El partido de Alejandro Fernández lograría con este resultado otro de sus objetivos: formar grupo propio en el Parlament y ser segunda fuerza de la derecha tras el descalabro de Ciudadanos que pronostica la encuesta.