Empresas
Muere el internacionalizador de Puig, Mariano Puig Planas
Creó las fragancias de Paco Rabanne y Carolina Herrera, a quien compró la división de moda
El empresario barcelonés Mariano Puig Planas, expresidente de Puig y miembro fundador del Instituto de Empresa Familiar en España, ha muerto hoy, 13 de abril, informa la compañía en un comunicado.
Nacido en Barcelona en 1927, era miembro de la segunda generación de la familia Puig y protagonizó la expansión internacional de la compañía. Casado y padre de cuatro hijos y una hija, era doctor ingeniero químico y graduado en Iese (1964) y desde joven estableció lazos con Estados Unidos, el Caribe y Francia.
Acordó la distribución de la fragancia Agua Lavanda Puig en Estados Unidos a finales de los años 50 y después logró la representación de la marca Max Factor, que distribuyó en España más de 15 años.
En 1968 firmó en París un convenio con el diseñador Paco Rabanne para la creación de sus fragancias, con lo que empezó la expansión internacional de la compañía.
Además, en 1987 acordó con la diseñadora Carolina Herrera la producción de sus perfumes, y en 1995 negoció la compra de su división de moda.
Tras ser fundador del Instituto de Empresa Familiar en España, lo presidió de 1995 a 1997, y fue miembro de la FBN y del European Family Business, entre muchas otras entidades.
También fue patrono de la Fundación Princesa de Asturias, y Felipe VI le entregó en febrero de 2019 el Premio Reino de España por su trayectoria empresarial.
En 1998 dejó el cargo de consejero delegado, que pasó a su hijo Marc, que en 2004 asumió la presidencia. El que fuera principal ejecutivo del grupo catalán de cosmética y fragancias Puig, premio Reino de España a la trayectoria empresarial, fue homenajeado hace casi dos año por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), entidad que presidió y de la que casi un cuarto de siglo después su hijo Marc es el presidente.
Este empresario, alabado desde el colectivo al que pertence, fue el impulsor de la internacionalización del grupo que fundó su padre. Su vocación ha llegado hasta sus últimos días, con la participación en foros empresariales y trasmitiendo su pasión por la empresa en los muchos encuentros que ha mantenido con jóvenes empresarios.
Puig fue el segundo presidente del lobi de empresas familiares, nacido en 1992, tras Leopoldo Rodés, de 1995 a 1997. Miembro de la segunda generación de la compañía fue uno de los cuatro hijos del fundador, que se repartieron desde el inicio del relevo generacional en los años 50 del siglo pasado los roles: Antonio y Mariano se centraron en el negocio de la perfumería, José María, a la diversificación, y Enrique optó por las relaciones institucionales. En universidades como la de Harvard se calificó la gestión de los Puig como ‘team at the top’, una dirección en equipo en la que Antonio y Mariano destacaron como auténticos líderes.
Cuando lo homenajeó el IEF, los empresarios asistentes en un acto en Madrid dieron una larga y emocionada ovación de reconocimiento. Como recordó el que entonces era presidente del Instituto, Francisco J. Riberas, Puig es un “catalán y español universal”, que ha contribuido de manera determinante, a través de su empresa y de las instituciones en cuyo nacimiento ha participado, “al desarrollo de España y a dar brillo a la imagen de nuestro país en el exterior”.
Apenas un día después del referéndum del 1 de octubre (1-O) del 2017 en Catalunya, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, Puig, durante su participación en el XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Toledo pronunció un discurso en el que fue tajante: “Soy catalán, pero también me siento español. Es mi país, mi patria”, sentenció y arrancó una larga ovación por parte de los asistentes. En ese momento se mostró convencido de que “entre todos seremos capaces de resolver” un problema que, a su juicio, “queramos o no, nos guste o no, existe”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar