Literatura

Sant Jordi

La pasión y los libros

Actividad en el Mercado de la Flor y planta Ornamental de Vilassar de Dalt, el principal mayorista profesional del sector del país, que prepara los últimos pedidos de rosas que se venderán en la Diada de Sant Jordi. EFE/ Enric Fontcuberta.
Actividad en el Mercado de la Flor y planta Ornamental de Vilassar de Dalt, el principal mayorista profesional del sector del país, que prepara los últimos pedidos de rosas que se venderán en la Diada de Sant Jordi. EFE/ Enric Fontcuberta.Enric FontcubertaEFE

Hace unos años me regalaron un libro electrónico, traté de acostumbrarme a él por una cuestión de pura comodidad, muchos textos en un solo formato, espacio reducido y debo reconocer que en los viajes en avión o en tren me resulto útil. Poco a poco lo fui dejado sencillamente porque notaba una cosa, no era capaz de enamorarme.

Lo digo porque no hay nada más parecido que el proceso de seducción de un libro una historia de amor o una pasión, duren una vida entera o tan solo unas horas.

El proceso empieza por un primer contacto visual, algo que te llama la atención, la portada, el titulo, la autoría… Pero es solo un primer momento de seducción que te invita a profundizar. Luego lo que todos solemos hacer, ir a la contraportada para que nos siga seduciendo y nos invite con el resumen de la historia a profundizar en él. Después está la decisión, hacer tuyo el libro y durante muchas horas notar el placer de cómo te absorbe mentalmente, sentir que en esos momentos no hay nada más importante en tu vida que el ir deslizando hoja tras hoja, página a página los vericuetos de una historia. Y cuando el libro es bueno, muy bueno hace que te integres en esa historia, que los momentos que en él estas concentrado tu vida discurra y baile entre los personajes. Es entonces cuando te das cuenta que en esos momentos no hay nada más en la vida que la atracción y las sensaciones que te producen los protagonistas.

Luego el libro termina, como muchas veces termina el amor o como se acaba el placer, a veces pausadamente intuyendo cual va a ser el final y otras de golpe con una conclusión imprevisible.

Pero en otras ocasiones como también sucede en el amor, ese libro queda permanentemente a tu lado, lo lees una y decenas de veces, entero o a fragmentos, porque ahí se ha quedado para siempre a tu lado para acompañarte en aquellos momentos en los que uno necesita aislarse pero no estar solo.