Viaje

La odisea de un matrimonio español en Islandia: retenidos y deportados

Sin documentación y obligados a volver sin poder pisar el país en sus bodas de plata

Habitación del hotel en Islandia donde se encuentra la pareja.
Habitación del hotel en Islandia donde se encuentra la pareja.La Razón

Un viaje de tres semanas que acaba en apenas 48 horas, esta ha sido la odisea de dos barceloneses en Reikiavik. Tras 25 años casados, el sueño de Conchi y Jordi, dos vecinos de Barcelona, era celebrar sus bodas de plata en Islandia. Tomaron todas las medidas obligatorias y necesarias: tests de detección de la covid, alquiler de un piso autorizado para hacer cuarentena en el país y registrarse con un código de barras para poder entrar sin problemas. La pareja y otros cinco turistas que viajaban desde Barcelona no se podían imaginar lo que les ocurriría al llegar al control del aeropuerto, al segundo para ser más exactos.

Una vez que habían aterrizado en Reikiavik y sin aviso alguno por parte de la compañía aérea o de cualquier institución oficial, se les realizó una PCR en un primer punto de control y cuando creyeron que ya podrían cumplir el sueño de pisar el país -con cinco días de cuarentena obligatoria- vieron como la policía los detenía en un nuevo punto de revisión. Allí llegaría la peor de las noticias para Conchi, Jordi y los otros cinco turistas. La policía les dijo que no podían acceder al país con una nueva ley del 7 de mayo, es decir, de un día antes de viajar, y que les llevarían a un hotel autorizado por el Gobierno islandés. “Nosotros ya habíamos alquilado un apartamento autorizado, pero no nos hicieron caso” explica Conchi que recuerda como tuvieron que aceptar la oferta de la policía sin condiciones.

Una de las cosas más extrañas de la situación fue que solo les parasen a ellos de un vuelo “lleno” según el matrimonio. “A nosotros nos pararon pero el resto del avión salió sin problemas del aeropuerto y cogió un autobús que iba al centro de la ciudad” cuenta Conchi sin creerse aún cómo puede haberles ocurrido la situación. El país pide cinco días de confinamiento obligatorio, hecho que ya había previsto la pareja, “íbamos a teletrabajar aquí esos días y alargamos el viaje” pero todo se truncó con la llamada de un alto cargo de la policía.

“No nos tendrían que haber dejado volar sí existía una nueva ley, pero no nos han dijeron nada ni al embarcar ni los días previos” lamenta Jordi por su confinamiento involuntario en el hotel. Una de las situaciones más surrealistas fue cuando la policía los llevó a un cuarto, “durante unas horas” y les requisó toda la documentación, que se les ha devuelto hoy, 24 horas después y tras aceptar que serían devueltos a España mañana. Acompañados en todo momento por dos policías, “dejaron fumar a dos chicos, vigilados eso sí”, cuentan como se les trató igual que a “delincuentes” y sin más opción que acatar lo dicho por las autoridades en todo momento.

Aunque pudieron contactar con el cónsul español, la diplomacia no ha podido hacer nada con la férrea oposición por parte de las autoridades islandesas. “Lo intentó pero no le hicieron caso” explica Conchi acerca de la última opción que les hubiera permitido hacer el viaje que tanto ansiaban.

Para Conchi y Jordi, lo que iba a ser un viaje de ensueño se ha convertido en una pesadilla de poco más de dos días y que les ha provocado un profundo rechazo al país. Al ser preguntado por la posibilidad de volver Jordi es tajante :“Ni de broma, nunca más a Islandia” tras el que es, posiblemente, el peor viaje de su vida.