Más presión para Aragonès en su primer día como president: el PSC avisa que no le dará ni 100 días

Una vez investido Pere Aragonès, el PSC, ganador de las elecciones el pasado 14 de febrero, pasará a la oposición. Los socialistas catalanes han mostrado hasta ahora un tono totalmente distinto al exhibido en la pasada legislatura por Ciudadanos: es mucho más conciliador y más predispuesto a llegar a acuerdos, aunque tampoco dará margen para las algaradas independentistas. De hecho, su portavoz en el Parlament, Alícia Romero, ya ha advertido de que no darán 100 días a Aragonès -margen que se suele dar a los nuevos gobiernos para hacer un primer balance- y ha insistido en que harán una “oposición dura y contudente”.

A su juicio, ya han pasado más de tres meses desde las elecciones catalanas y los indicios apuntan a que el Govern correrá la misma suerte que en el pasado mandato. “Tenemos un Govern que habla de cambiar las cosas, pero es difícil si son los mismos y con las mismas desconfianzas”, ha asegurado Romero, quien también ha resaltado las “contradicciones” que se atisban en el horizonte al situarse Jaume Giró como conseller de Economía, “ligado a las granes empresas y el IBEX que es lo que siempre ha criticado la CUP”, y tener que aprobar unos presupuestos con los cuperos.

En este punto, cabe subrayar que, ya esta misma mañana, organizaciones de la órbita de la CUP han asaltado la sede de Esquerra para protestar contra el desalojo de una vivienda: ha sido el primer aviso a navegantes. Este suceso puede convertirse en la primera señal de cómo puede quedar comprometida la estabilidad del Govern de un momento a otro ya que los cuperos están llamados a ser los socios de Aragonès. El primer reto que tendrán por delante Govern y CUP será la aprobación de las cuentas, aunque todavía no se sabe si serán las de 2021 o ya las de 2022.

Si cae la CUP, el Govern tendrá que acercarse a los Comunes o al PSC, partidos que han dejado ya muy claro que no colaborarán por la presencia de JxCat. Podemos se ha descolgado casi por completo, enfurecidos porque han visto cómo Esquerra ha acabado relegándolos a un segundo plano al priorizar un acuerdo con JxCat.

Los socialistas catalanes, en todo caso, han criticado ya las primeras medidas que quiere adoptar Aragonès como president. En este sentido, han criticado el plan de choque social dotado con 700 millones de euros, que reprochan que sea una “cifra ridícula”, esté poco detallado y no se hable de economía. También ha recriminado la falta de planes para la industria, que en los presupuestos de 2020 solo se destinaron 51 millones de euros, y la falta de políticas de vivienda durante la última década, en la que han gobernado republicanos y convergentes.

Asimismo, ha advertido contra la falta de estrategia en la desescalada ya que hay sectores como el del ocio nocturno que sigue sin saber cuándo podrá reabrir ni tampoco se ha diseñado una campaña para captar turistas internacionales a las puertas del verano. “Una de las primeras obligaciones es hacer una desescalada para retomando la actividad con normalidad”, ha afirmado.