La ANC llama al “espíritu de lucha y combate” para abrir una etapa de “desobediencia persistente” contra el Estado

Constituido el Govern entre Esquerra y Junts per Catalunya con Pere Aragonès asentado en el Palau de la Generalitat, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) también se resitúa en el tablero político y se erige en adalid de la vía unilateral, de la estrategia de “confrontación” contra el Estado y en azote de los partidos. Este domingo, la entidad ha presentado una nueva hoja de ruta aprobada esta semana por sus militantes con un único rumbo: el “desafío constante al Estado” para “hacer efectiva la independencia esta legislatura”.

O, en palabras de su presidenta Elisenda Paluzie, tener activado un “espíritu de lucha y combate democrático” permanentepara “abrir de forma persistente y simultánea frentes de desobediencia, no cooperación y confrontación en todos los ámbitos”. A la práctica y como novedad, la ANC quiere impulsar una ILP para una ley de independencia que permita recobrar el pulso de la calle.

Antes de esta algarada, la presidenta de la ANC ha hecho su particular diagnóstico de la situación actual y no ha dudado en cargar contra los partidos pese a recordar que el independentismo logró sus mejores resultados en las urnas el pasado 14 de febrero con 74 escaños -entre ERC, JxCat y la CUP- y un 52% de los votos contando con la formación extraparlamentaria del PDeCAT. Sin mentar ni a republicanos ini a posconvergentes, Paluzie ha reconocido que hay “desánimo” entre las bases y ha criticado que el independentismo “vuelva al Estatut de 2006″ y esté esperando “concesiones” por parte del Estado.

“El 1-O fue el acto de soberanía más importante que ha hecho este pueblo y, en cambio, nos hacen sentir como si hubiéramos vuelto a los años del Estatut del 2006, mirando hacia el Estado, esperando concesiones y cayendo en la trampa del ‘poli bueno y poli malo’”, ha asegurado en referencia al PSOE y al PP en interlocución con Cataluña.

“Cataluña es un país ocupado”

Para aplicar a la práctica la vía de la “confrontación” y “desobediencia” permanente, la ANC promueve por ejemplo el boicot a las empresas y productos españoles -el llamado “consumo estratégico” por la entidad-, la desobediencia fiscal o el trabajo permanente con el Consell per la República, el ente privado que preside Carles Puigdemont desde Bélgica. También la fiscalización y el marcaje constante al Govern Aragonès: “Recuperemos las calles para recuperar las instituciones y lograr así la independencia”, ha zanjado Paluzie.

Antes, el vicepresidente de la ANC, David Fernández, ha pronunciado un discurso incluso más beligerante, centrado también en la desobediencia y bajo una idea: “Cataluña es un país ocupado donde se aplica el derecho civil y penal del enemigo, a través de la lengua, el expolio y la represión”.