Cataluña
Las visitas del Rey a Cataluña en junio ponen a prueba a la Generalitat de Aragonès
El Monarca desembarcará en la autonomía en tres ocasiones para participar en el Cercle d’Economia, el Mobile World Congress y los Premios Princesa de Girona
«Pere Aragonès está construyendo todavía su imagen», resumía esta semana un diputado conocedor de los entresijos tanto de la política catalana como española. Y, lo cierto es que el nuevo president tiene ahora campo por recorrer para cimentar las bases de su mandato: de entrada, ya ha demostrado una sólida voluntad por dejar atrás el desgobierno y la crispación de la pasada legislatura y por abrir una nueva etapa marcada por la gestión y la estabilidad. ¿Y el Estado? Aragonès ha sido partidario desde el primer momento por el diálogo con Madrid y envió una clara imagen de deshielo entre Generalitat y Gobierno tras la llamada telefónica del viernes con Pedro Sánchez, que concluyó con un comunicado conjunto; pero, más allá de la distensión con Moncloa, queda por ver cuál es la actitud y relación con Zarzuela.
Habrá oportunidad de comprobarlo de inmediato porque el Rey tiene previsto desembarcar en Cataluña en tres ocasiones en el próximo mes. Aunque está todo aún pendiente de confirmación oficial, el Monarca tiene su primera cita en la autonomía durante la inauguración reunión anual del influyente Cerce d’Economía, que se desarrollará el próximo 16 de junio, un foro que cerrará el 18 de junio Sánchez y que se centrará en la reconstrucción económica y empresarial ante la grave crisis económica y social.
La segunda cita será el 27 y 28 de junio para el estreno del Mobile World Congress (MWC), una cita a la que siempre asiste y de máxima dimensión económica e internacional. La tercera cita será el 1 de julio, esta vez junto a la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, para asistir a la ceremonia de entrega de los premios de la Fundación Princesa de Girona. Tanto el Cercle d’Economía como el MWC serán en Barcelona, pero los premios están todavía sin sede: tradicionalmente se han entregado en Girona, pero la última vez se tuvo que trasladar a la capital catalana ante la presión y hostilidad del ayuntamiento gerundense, en manos de los independentistas.
De momento, en la Generalitat evitan concretar qué actitud mantendrán con estas previsibles visitas del Rey. El precedente más inmediato fue el acto de Seat en Martorell el 5 de marzo, donde el Monarca acudió junto a Sánchez y al presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess, para conmemorar el 70 aniversario y dar un espaldarazo al futuro de la compañía en un momento de cambios en el sector automovilístico -entre otras cosas, en juego está la instalación en las proximidades de una fábrica de baterías-, pero Aragonès y los consellers del Govern no tuvieron reparos en ausentarse del acto por la presencia de Don Felipe. Un gesto que no gustó nada tampoco a la plantilla de Seat, como se encargó de verbalizarlo el presidente del Comité de Empresa, Matías Carnero.
Lo cierto es que el discurso de Esquerra siempre ha sido muy duro contra el Rey (por ejemplo, es un partido que nunca ha participado en la ronda de consultas para los procesos de investidura a nivel nacional, mientras que JxCat, en cambio, sí), pero Aragonès, ahora como president, deberá escoger entre un tono institucional o partidista. También, deberá lidiar con la presión de la calle, que, cada vez que llega el Rey a Cataluña, trata de movilizarse para organizar protestas.
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