División
Rebelión interna en JxCat: un sector pide la dimisión de Jordi Sànchez
El detonante ha sido la respuesta del postconvergente a la carta de Junqueras en la que cuestiona la finalidad del 1-O, aunque el malestar empezó a raíz de las negociaciones con Aragonès
Rebelión interna en JxCat, el partido de Carles Puigdemont que apenas cumple un año de vida el mes que viene. El liderazgo de su secretario general, Jordi Sànchez, está en el punto de mira de parte de las bases después de la carta de respuesta que mandó a Oriol Junqueras y en la que cuestionaba de alguna manera el 1-O. En concreto, la frase que ha desatado la tormenta interna es la siguiente: “De hecho, soy de los que creen que el 1 de Octubre fue concebido más para forzar al gobierno español a abrir una vía de diálogo y negociación para alcanzar un referéndum acordado que para proclamar efectivamente la independencia”.
Una interpretación del referéndum ilegal y su finalidad que ha sentado especialmente mal en un sector del partido y en las bases. Varios dirigentes han salido al paso y han cuestionado en las últimas horas las palabras de Jordi Sànchez, líder efectivo del espacio por detrás de Puigdemont. Uno de ellos ha sido el exconsejero Jordi Turull, condenado por el “procés” y cumpliendo condena en la cárcel de Lledoners junto a Sànchez: en opinión del dirigente, el 1-O “fue un referéndum de autodeterminación” porque “(la ley) dejaba claro que si ganaba el ‘sí’ se tenía que hacer efectiva la independencia y que si ganaba el ‘no’, se convocaban elecciones”, según ha dejado claro en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Turull se ha sumado a los reproches públicos de otros dirigentes de peso como Elsa Artadi, la consejera de Universidades Gemma Geis o Josep Rius. El 1-O “se concibió para hacer un referéndum de independencia” advirtió Artadi el jueves en TV3 antes de subrayar el “mandato” derivado. “Estoy en política por el 1-O”, añadió Geis.
En paralelo, un sector de los militantes de la formación -no la cúpula- ha impulsado un texto para que firmen los militantes que quieran, en el que piden “la dimisión del secretario general de Junts o que ponga su cargo a disposición de los afiliados en forma de votación para su cese” si así lo deciden. En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, se expresa el “descontento por las inadmisibles” declaraciones de Sànchez y se recoge que los que se afiliaron a Junts lo hicieron para hacer efectivo el mandato popular surgido de las urnas el 1-O, siendo el pilar del proyecto político que defiende el partido.
“Las declaraciones del secretario general, diciendo que él pensaba que el referéndum no era para declarar la independencia de Cataluña, son un insulto de cara al pueblo que ejerció su derecho a voto arriesgando sus vidas, un insulto a los exiliados, presos y represaliados (muchos de ellos represaliados por pedir su libertad, entre otras) y una falta de respeto a los afiliados de Junts”, destaca el documento.
En el punto de mira desde la negociación con ERC
Lo cierto es que el liderazgo de Jordi Sànchez está en el punto de mira a raíz de las negociaciones son ERC y Pere Aragonès para la investidura y la formación de un Ejecutivo de coalición independentista. Molestó en el seno del partido postconvergente el personalismo con el que dirigió las conversaciones y su secretismo, sin apenas reportar nada al resto de la cúpula o a los dirigentes de JxCat presos en Lledoners, con un peso orgánico importante dentro de la formación.
De hecho, la tortuosa negociación con los republicanos la pilotó desde un inicio un equipo de JxCat integrado por Artadi, Rius y Míriam Nogueras, entre otros, aunque en la fase final fue Jordi Sànchez quien acaparó protagonismo negociando en persona y en solitario con Aragonès.
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