Algunos colutorios son efectivos frente a las diversas variantes del SARS-CoV2

Ya existían indicios acerca del factor protector de algunos colutorios ante el SARSCoV-2 y ahora, un estudio desarrollado en laboratorio por personal investigador del grupo PISTA de IrsiCaixa, centro impulsado conjuntamente por la Fundación “la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, en colaboración con DENTAID Research Center, confirma que el Cloruro de Cetilpiridinio (CPC), componente químico presente en algunos colutorios, reduce más de 1.000 veces la capacidad de infección de la variante Alfa del SARSCoV-2, descrita por primera vez en Reino Unido.

Los resultados de este trabajo, publicado en la revista científica Journal of Dental Research, demuestran que la acción antiviral del CPC tiene lugar gracias a su capacidad para romper la membrana del virus y, por tanto, evitar que éste entre a las células y este mecanismo de acción sería efectivo ante cualquier variante del SARS-CoV-2. “Mediante diferentes técnicas de laboratorio, se ha podido confirmar que el mecanismo de acción del CPC consiste en romper la membrana del virus, sin atacar a ninguna proteína en concreto”, afirma el director de IrsiCaixa, Bonaventura Clotet, quien al respecto señala que el hecho de que “el CPC no vaya dirigido a proteínas específicas de la membrana del SARS-CoV2 es positivo ya que así conseguimos que sea efectivo frente a cualquier variante del virus”.

“Poder demostrar que la eficacia del CPC se mantiene frente las diferentes variantes del SARS-CoV-2 es crucial. Actualmente, variantes como la Delta preocupan debido a su elevada transmisibilidad y, por lo tanto, capacidad de originar nuevas olas y colapsar el sistema sanitario más rápidamente que la variante del virus original”, comenta la coordinadora del estudio e investigadora principal del grupo PISTA en IrsiCaixa, Nuria Izquierdo-Useros. “Es por ello que encontrar una herramienta como los colutorios que pueda distribuirse fácilmente a todos los países sería muy útil para reducir la velocidad de transmisión de las variantes”, comenta por su parte de Jordana Muñoz-Basagoiti, primera autora del trabajo junto con Daniel PerezZsolt.

Además, uno de los estudios realizados en el laboratorio en el marco de esta investigación no solo confirma que la actividad antiviral del CPC le permite reducir más de 1.000 veces la infectividad de la variante del SARSCoV-2 descrita en marzo de 2020 y también de la variante Alfa, sino que además, en esta investigación se ha incluido saliva humana esterilizada, lo cual ha permitido confirmar que el colutorio con CPC no pierde eficacia en un ambiente similar al de la cavidad bucal.

Con el objetivo de poder demostrar que los resultados hallados en el laboratorio son extrapolables a personas con COVID-19, se ha llevado a cabo un ensayo de eficacia CPC-COVID, coordinado por FLS, cuyos resultados se están analizando en la actualidad y éstos podrían demostrar que el uso del colutorio y los gargarismos de 1 a 2 minutos son suficientes para disminuir de manera eficaz la infectividad del SARSCoV-2 en saliva, especialmente durante las dos primeras semanas después de la infección, que es cuando la carga viral es más elevada y, por tanto, las personas son más contagiosas. De confirmarse esta hipótesis, el colutorio podría confirmarse como una herramienta eficaz para frenar la cadena de transmisión y contagios y, por lo tanto, para prevenir futuras olas.