Partido de Puigdemont

JxCat inicia el boicot a la mesa de diálogo y ya cuestiona el margen de dos años entre ERC y el Gobierno

Los republicanos tratan de blindar el foro ante las críticas de sus socios en el Ejecutivo de la Generalitat

La vicepresidenta y portavoz posconvergente, Elsa Artadi
La vicepresidenta y portavoz posconvergente, Elsa ArtadiJxCAT

El curso político termina con el nuevo boicot de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, a la mesa de diálogo pactada entre Esquerra y el Gobierno de Pedro Sánchez y blindada hasta dentro de dos años, hasta 2023. Una de las primeras carpetas por abrir a la vuelta de las vacaciones será precisamente la reactivación del foro entre La Moncloa y la Generalitat, con una nueva reunión prevista para la semana del 13 de septiembre en la capital catalana. Y los posconvergentes, recelosos de la iniciativa y conscientes de que es su oportunidad para desgastar a los republicanos dentro del independentismo, cuestionan su viabilidad y los plazos acorados incluso antes empezar.

A las palabras de su líder, Carles Puigdemont, desdeñando abiertamente el mecanismo -este domingo aseguró en un acto del Consell per la República que “un país no se hace en los despachos”- le han seguido las críticas de dos pesos pesados del partido: Jordi Turull y Elsa Artadi. El primero, condenado por el “procés” e indultado por el Gobierno, se ha mostrado muy “escéptico” con la mesa de diálogo y ha dicho que esperará “a final de año” para comprobar si puede dar algún fruto.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Turull ha dado por hecho que la mesa de diálogo, que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometieron a reactivar, “no fructificará”. “A final de año se verá cuáles son las intenciones del Gobierno, se verá si el Estado se lo cree o no”, ha señalado.

En la misma senda se ha situado Elsa Artadi: la posconvergente ha cuestionado que haya que dar dos años de margen a la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat y ha sustentado sus suspicacias en la actitud del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Y es que la vicepresidenta y portavoz de JxCat ha denunciado este lunes un “endurecimiento” del discurso del PSOE en relación con Cataluña, con “actitudes soberbias y arrogantes” como la que, según ha señalado, mostró la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, cuando avisó al independentismo de que “debería haber aprendido la lección” de 2017.

Para Artadi, el “camino” que están tomando los socialistas “no va en la dirección de querer resolver el conflicto político entre Cataluña y el Estado español”, por lo que JxCat se pregunta si “hará falta o no esperar dos años para ver qué recorrido tiene esta supuesta mesa de diálogo”.

Cabe recordar que en el acuerdo entre ERC y la CUP para la investidura de Pere Aragonès se establece que durante la primera mitad de 2023 habrá que valorar si la mesa de diálogo ha dado “frutos” y decidir si vale la pena seguir por esta vía o darla por finiquitada. Igual consta en el pacto entre republicanos y posconvergentes para la formación del actual Ejecutivo liderado por Esquerra. Sin embargo, desde un primer momento JxCat manifestó sus dudas con el entonces president Quim Torra al frente y la exigencia fallida de incorporar un mediador para poder certificar los acuerdos que pudiesen llegar.

La respuesta de ERC a las críticas

ERC, por su parte, se zafa de las críticas de sus socios en el Ejecutivo de la Generalitat y trata de blindar públicamente el foro entre reproches velados: su portavoz, Marta Vilalta, ha recriminado este lunes la actitud de quienes “menosprecian” esta “mesa de negociación”. Y es que Vilalta ha reconocido que en ERC también son “escépticos” en cuanto al Gobierno y ha dado por hecho que la negociación será “compleja”. “Pero nosotros nunca seguiremos la estrategia de los brazos caídos. Iremos a batallarlo todo en todos los espacios de negociación”, ha añadido Vilalta, que ha subrayado que primero hay que “construir confianzas” e ir “paso a paso”.

Esquerra, ahora con la presidencia de la Generalitat en sus manos y con una estrategia más posibilista que sus socios, necesita que la mesa de diálogo arranque y abra perspectivas de acuerdo. De hecho, el foro es una iniciativa que los republicanos lograron arrancar del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez y del que JxCat no participó.