Arte

Un dibujo de Dalí detrás de uno de Lorca

El Museu Abelló guarda una obra en la que intervienen los dos genios

El dibujo de Lorca que el poeta realizó en 1925 con referencias a la sardana
El dibujo de Lorca que el poeta realizó en 1925 con referencias a la sardanaLa Razón

Esta es una historia de un dibujo que ha quedado oculto por culpa de otro, de una obra desconocida que arroja un poco más de luz sobre la amistad entre dos grandes creadores que, además, eran amigos. Es un dibujo de Salvador Dalí que ha quedado oculto detrás de otro realizado por Federico García Lorca y que desde hace años se guarda en el Museu Abelló de Mollet del Vallès.

Hagamos un poco de historia. Joan Abelló fue un conocido pintor que no poco esfuerzo logró crear una colección privada importantísima, en la que pudo reunir desde Pantoja de la Cruz a Tàpies pasando por Sorolla, Picasso, Barradas, Miró, Nonell, Mir, Picasso o Manolo Hugué, por citar unos pocos. Pero fue Dalí a quien dedicó una especial atención gracias especialmente a la amistad que mantuvo con él, llegando a colaborar ambos en algún proyecto, como una «performance» en la que se introdujo un caballo blanco dentro del Hotel Ritz.

Además de los originales que obtuvo del pintor ampurdanés, entre ellos el retrato del propio Abelló por el padre de los relojes blandos, el de Mollet del Vallès también logró acceder a la colección que guardaba Anna Maria Dalí, la hermana del maestro surrealista. Anna Maria tenía numerosos cuadernos, bocetos, cartas, libros y pinturas que su famoso hermano había dejado en la casa familiar cuando su padre lo expulsó de allí al decidirse irse con Gala, además de haber escrito en un cuadro que «a veces por placer escupo sobre el retrato de mi madre».

Abelló, que le comunicó en muchas ocasiones al autor de estas líneas, ayudó económicamente a Anna Maria Dalí. De esta manera ella le permitía poder escoger entre algunos de los tesoros que guardaba. Así Abelló pudo adquirir las únicas páginas existentes de la novela «Tardes d’estiu» o el cuaderno «Ninots», ambos escritos por un joven Salvador. En esta misma línea también tenemos algunas de las cartas que escribió a su tío Anselm Domènech o la primera de las que envió a Federico García Lorca.

El dibujo de Dalí en el reverso del realizado por Lorca
El dibujo de Dalí en el reverso del realizado por LorcaLa Razón

Precisamente, de manos de Anna Maria Dalí, Joan Abelló recibió un dibujo del poeta granadino, con ecos musicales y teatrales. Muy probablemente remita a cuando Lorca visitó Figueres y Cadaqués durante la Semana Santa de 1925. Fue en ese momento cuando el padre del pintor organizó para el autor de «Romancero gitanos» un concierto de sardanas en la rambla de la ciudad ampurdanesa. Lorca incorpora una máscara, una partitura y un par de los instrumentos que forman parte de la tradicional cobla, como son en este caso una tenora y una trompeta. Lo que no se sabía hasta ahora es que el granadino compartió ese papel con Dalí.

En efecto, detrás de la composición en tinta de Lorca tenemos un pequeño apunte daliniano a lápiz prácticamente desconocido aún. La protagonista es una Eva con sombrero que tiene a su lado un árbol por el que repta una serpiente. Pero, ¿es original de Dalí? En el Museu Abelló no se tiene identificada esta pieza como procedente de la mano del genio surrealista sino de «autor desconocido». Pese a ello, hay indicios que nos apuntan a Salvador Dalí en el momento de su gran amistad con Federico García Lorca.

A mediados de los años noventa, el autor de este texto trató en numerosas ocasiones a Abelló quien le aseguró repetidas veces que fue Dalí quien trazó esa Eva, algo que le había confirmado la mismísima Anna Maria Dalí. Esta misma historia también se la contó Abelló al historiador Ian Gibson cuando visitó la colección guardada en Mollet del Vallès.

Por aquella época, Abelló me proporcionó copia fotográfica de algunos de sus originales dalinianos y que compartí, con el consentimiento del pintor y coleccionista, con Rafael Santos Torroella, la gran autoridad en el joven Salvador Dalí. Santos nunca dudó que aquella Eva la había dibujado el artista al que dedicó mucho tiempo como investigador e historiador.

Además de las opiniones de los expertos, hay otras pistas. El dibujo nos remite al interés que en ese tiempo sentía Dalí por el Picasso neoclásico y que tendrá su momento culminante con la gran tela «Composición con tres figuras. Academia neocubista», hoy en el Museu de Montserrat. Es esta institución poseedora de algunos dibujos de este periodo, algunos de ellos con un perfil parecido al del personaje principal de la composición protagonista de este reportaje, casi un autorretrato de un Dalí que mira la tentación de una serpiente.