Carreteras

Estas son las autopistas catalanas que dejarán de ser de pago el 1 de septiembre

Las cuatro vías afectadas, dos del Estado y dos de la Generalitat, suman más de 450 kilómetros de peajes

Cabinas de peaje de una autopista en Cataluña
Cabinas de peaje de una autopista en Cataluñalarazon

Pocos contaban con que este día llegase, pero el próximo 1 de septiembre varias de las principales autopistas dejarán de ser de pago en Cataluña. Como ya ocurriera el año pasado en el tramo de la AP-7 que une Tarragona y Alicante, cuatro vías que suman más de 450 kilómetros suprimirán los peajes y la circulación será gratuita: dos son de titularidad estatal y dos son titularidad de la Generalitat. Y una de ellas, entre las más caras de España.

  • AP-2: El Vendrell - Zaragoza: 215 km de carretera con, actualmente, un precio para los conductores de más de 24,80 euros
  • AP-7: Tarragona - Jonquera: 250 km con un coste, actualmente, de entre 11 y 15 euros.
  • C-32: Maresme: varios peajes de entre, actualmente, 1,17 y 2,90 euros
  • C-33: Barcelona - Montmeló: actualmente, 1,12 euros

Con esta supresión de peajes, Cataluña dejará de encabezar este año el ranking de autonomías con más kilómetros de pago en toda España. Dispondrá de 135 kilómetros con peajes. Actualmente España cuenta con 3.223 kilómetros de pago en 39 carreteras y solo 21 provincias españolas están libres de vías de peaje. En los últimos han ido expirando concesiones y muchas autopistas han pasado a formar parte de la red pública estatal.

La AP-2, completamente liberada

La autopista de titularidad estatal que quedará totalmente liberada es la AP-2, que va de Zaragoza en Tarragona, pasando por Lleida, y que permite conectar con la AP-7. El tramo catalán empieza en la localidad de Soses, en el Segrià. La concesión de esta autopista, por donde cada día circulan más de 10.000 vehículos, se inició en 1977, lo que supone 44 años de peajes.

La AP-7, gratuita de Vila-seca en la Jonquera

Después de que el 1 de enero de 2020 se liberaran los peajes de la AP-7 entre Vila-seca y Alicante, a partir de septiembre ocurrirá lo mismo con los dos tramos restantes de esta autopista: el que va de Villa-seca hasta Barcelona y, más adelante, el que dalta entre la Roca del Vallès y la Jonquera. De este modo, se podrá cruzar toda Cataluña de norte a sur (o viceversa) sin ningún peaje.

La C-32, la autopista del Maresme

También se liberan dos autopistas de la Generalitat de Cataluña, que en total suman 70 kilómetros de gratuidad. La primera, la C-32, conocida como autopista del Maresme, va desde Barcelona hasta Blanes y, hasta ahora, era de pago entre la capital de la Selva y Montgat. Este tramo incluye el peaje de Mataró, el más antiguo de España, inaugurado en 1969.

La C-33, el enlace de Barcelona con la AP-7

La otra es la C-33, que va de Barcelona hasta Montmeló, donde enlaza con la AP-7. De hecho, forma parte del primer tramo que se construyó de esta autopista y, posteriormente, se concedió la titularidad a la Generalitat.

El debate sobre el mantenimiento

El final de estas concesiones ha hecho reavivar el debate sobre cómo se pagará el mantenimiento de las autopistas. El gobierno catalán ha reclamado el traspaso de toda la red viaria para poder implementar un sistema de viñeta, una especie de tarifa plana para poder circular por todas las vías. Mientras que el Gobierno plantea un sistema de pago por uso de todas las carreteras de alta capacidad a partir del 2024.