Análisis

¿Otro otoño caliente del independentismo?

La Diada y la reanudación de la mesa de diálogo con el Gobierno marcan el inicio del curso político en Cataluña

El conseller de Economía, Jaume Giró, precedido por el president de la Generalitat de Catalunya Pere Aragonès y el vicepresidente Jordi Puigneró
El conseller de Economía, Jaume Giró, precedido por el president de la Generalitat de Catalunya Pere Aragonès y el vicepresidente Jordi PuigneróQuique GarciaEFE

En Cataluña, ¿cómo llega el movimiento independentista a la Diada, la primera cita del curso político?

El independentismo llega al 11-S desmovilizado y tras coleccionar severos pinchazos en sus últimas convocatorias por las disputas entre partidos, el agotamiento propio del «procés» y las restricciones de la pandemia. Para tratar de reanimar a sus bases, la ANC –que fía toda su estrategia a la vía unilateral– ha organizado una manifestación en Barcelona que recorrerá la zona cero de los disturbios de 2019 bajo el lema «Luchemos y ganemos la independencia». La presión en la calle se redoblará con una segunda concentración encabezada por la CUP que apunta directamente al Govern de Aragonès.

¿Y los partidos a la mesa?

Divididos pese a los respectivos acuerdos de ERC con la CUP y JxCat que incluyen un margen de dos años para ahondar en la negociación con La Moncloa. De hecho, los antisistema ya han anunciado que boicotearán el foro y convocarán protestas el día en que se celebre. JxCat, por su parte, se ha pasado todo el verano cuestionando la estrategia de los republicanos al poner en duda el margen de dos años y al defender la vía unilateral como «plan B» para presionar al Gobierno.

¿Qué se juega ERC?

Medio mandato, hasta 2023. Es el tiempo pactado y es el tiempo que se aseguró Aragonès para formar Govern con el apoyo de JxCat y los votos de la CUP, que sustentan de forma externa el Ejecutivo independentista, además de continuar siendo clave en el Congreso. El president busca que la mesa se reúna cada dos o tres meses y presiona con una consulta antes de 2030.

¿Qué otras asignaturas deberá afrontar el Govern?

Los presupuestos de 2022, que el consejero Jaume Giró (JxCat) ya ha empezado a elaborar. Una carpeta sensible dada la endiablada aritmética y la pretensión del propio Aragonès de fiarla en exclusiva a la CUP. Los antisistema, por su parte, se oponen a proyectos clave como la ampliación del aeropuerto de El Prat, el otro elemento en discordia.