La Policía alerta de que aumenta la violencia en los botellones

Los botellones no tan solo son preocupantes por el incremento de contagios de coronavirus que pueden conllevar, sino también por motivos de seguridad. Así lo denunciaron el Sindicato de jefes y mandos de la Policía Local de Cataluña (SICPOL), que alerta de que, en las últimas semanas, se está produciendo un «aumento exponencial de la violencia» en la evacuación de los botellones.

La queja de este sindicato llega después de que tres policías locales resultaran heridos leves en la madrugada del pasado domingo en Tiana (Barcelona) en unos altercados protagonizados por jóvenes durante la celebración de las fiestas de este municipio. Unos incidentes que, además, se suman a los vividos recientemente en Llinars del Vallès o Cerdanyola.

En un comunicado el lunes, SICPOL califica de «inadmisibles» las situaciones que se están produciendo desde hace semanas por la proliferación de los botellones en Cataluña y advierte de que este aumento de la violencia «pone en grave riesgo la integridad física de la ciudadanía en general, de los agentes actuantes y la normal convivencia de la sociedad catalana».

Desde el sindicato solicitan que se adopten «decisiones políticas inmediatas». Una de ellas, defiende SICPOL, sería que se valore la reapertura del ocio nocturno. El sindicato avisa, además, de que se está instalando una «percepción de ausencia de autoridad por parte de una minoría violenta e incívica», lo que hace que las actuaciones policiales «sean cada vez más complicadas».

Por otra parte, el Juzgado de Instrucción 3 de Valls, en funciones de guardia, acordó ayer la prisión provisional comunicada y sin fianza para el joven de 21 años detenido en Montblanc, por dos presuntas agresiones sexuales.

En un comunicado , el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) explica que la causa está abierta por dos delitos de agresión sexual a dos víctimas menores de edad.

Los enfrentamientos entre grupos de jóvenes, cada vez más envalentonados, y la policía por los botellones se han convertido en una constante en Cataluña cada fin de semana. Por ello, Vox quiere atajar este problema y ha planteado un plan para acabar con estas reuniones de jóvenes para beber alcohol: la propuesta pasa por la prevención de estos actos y, si continúan llevándose a cabo, por la persecución penal.

En este sentido, para la prevención, defiende la reapertura inmediata del ocio nocturno. De momento, la Generalitat dió ya un paso y prevé reabrirlo en exteriores hasta las 3.30 horas a partir del jueves y, en función de la evolución epidemiológica, reabrir en interiores a partir del 15 de octubre, cuando el inicio del frío ya impida estar en las terrazas. Si bien, el portavoz de Vox, Joan Garriga, consideró que estas medidas «no sirven»: es decir, a su juicio, son insuficientes.

Y si no sirve la prevención y continúa la práctica del botellón en las calles, apuestan por dar a los Mossos d’Esquadra la orden de «disolver estas concentraciones». En este punto, ha afeado que en un «Estado democrático la policía esté corriendo y huyendo de los que ejercen la violencia en las calles», en referencia al altercado en un botellón este fin de semana en Tiana (Barcelona) contra Mossos d’Esquadra y Policía Local, aunque Garriga también ha hecho referencia a otros, como en Cerdanyola del Vallès o Llinars del Vallès.

Garriga también anunció que Vox pidió la comparecencia en la cámara catalana del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, al que tacha de ser el «conseller del caos, la desobediencia y el desacato a la autoridad». El portavoz parlamentario acusó al Govern conjunto de ERC y JxCats de propiciar estos sucesos, porque los «ciudadanos se han acostumbrado a ver a los políticos no obedeciendo sentencias y despreciando a la policía, y por tanto si ellos desobedecen y pasan, la ciudadanía también».

Además, los Mossos están investigando una agresión homófoba en el macrobotellón de la UAB, durante el fin de semana, explicaron ayer.

La víctima presentó una denuncia tras haber sufrido amenazas y lesiones «con agravante de homofobia» durante el macrobotellón que reunió a unas 8.000 personas en el campus de la misma universidad.

La UAB cifró en unos 50.000 euros los desperfectos causados por el botellón y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) cifró en unos 4.000 euros los destrozos en tres estaciones --Universitat Autònoma, Les Fonts y Sant Cugat--, por pintadas en el interior de un tren y rotura de asientos.