En el Parlament

ERC, Junts y la CUP afrontan sin acuerdo y por separado la votación sobre el referéndum

La oposición en bloque trata de frenar la resolución de los anticapitalistas, que reclaman una consulta esta legislatura

La presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), durante la segunda jornada del debate de política general
La presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), durante la segunda jornada del debate de política generalEnric FontcubertaEFE

Nuevo vodevil independentista en el Parlament. El debate de política general terminará esta tarde con otro desencuentro entre Junts, ERC y la CUP, incapaces de ponerse de acuerdo sobre el rumbo que debe tomar la legislatura cuatro meses después de la llegada de Pere Aragonès a la Generalitat. El motivo de la disputa es ahora una propuesta de resolución presentada por los antisistema que pide celebrar un referéndum antes de que termine el mandato. Es decir, antes de 2025. Un horizonte que Esquerra rechaza en plena operación diálogo con el Gobierno y que el propio president negó este miércoles ante la cámara.

El partido de Puigdemont tampoco ve con buenos ojos la exigencia de la CUP de fijar una consulta de independencia dentro de esta legislatura: primero, porque los posconvergentes se agarran a la reivindicación del 1-O como eje de su discurso; y después, por considerarlo un gesto “inútil” que podría conducir a una inhabilitación de la presidenta del Parlament, Laura Borràs (Junts). Cabe recordar en este sentido que el Constitucional ha advertido en numerosas ocasiones del choque de tramitar textos sobre la autodeterminación.

Así, los tres partidos se han citado esta mañana “in extremis” para tratar de encontrar una posición intermedia, aunque han sido incapaces y la reunión ha terminado sin acuerdo. Por tanto, el independentismo afrontará previsiblemente su propia votación sobre un referéndum dividido y por separado. Posconvergentes y republicanos apuntan a una abstención, con el resto de partidos en contra y únicamente la CUP a favor.

ERC y Junts sí llegaron a un acuerdo y han impulsado una resolución que defiende el derecho a la autodeterminación como la “única vía democrática” para resolver el “conflicto político entre Cataluña y el Estado” y señala que sólo un referéndum acordado podría “sustituir” el 1-O.

Es decir, sólo hablan de consulta “pactada” e incluso se emplazan a “explorar complicidades y la posible intervención de organismos europeos e internacionales para conseguir un referéndum acordado”. Un redactado a dos bandas, entre posconvergentes y republicanos -socios del Govern- que se aleja mucho de las exigencias de la CUP.

Ofensiva de la oposición

Por su parte, el PSC, el PP, Vox y Cs han pedido a la Mesa del Parlament que reconsidere la admisión a trámite de la mencionada propuesta de resolución de la CUP que pide la celebración de un referéndum de autodeterminación antes de que acabe la legislatura.

Después de que fuese admitida a trámite por la Mesa la tarde de ayer -con el voto en contra del PSC-, las peticiones de reconsideración de los distintos grupos para tratar de frenar la propuesta obligará al órgano rector del Parlament a volver a reunirse esta mañana y previsiblemente se retrasará el inicio del pleno. En declaraciones a TV3, el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha afirmado que la propuesta de la CUP es “ilegal” bajo su punto de vista porque excede las “competencias” de la cámara catalana.