Arte
El dibujo que cuenta la relación entre Lorca y Dalí
La Fundació Miró presenta una importante obra del poeta granadino realizado en 1927
La Fundació Miró de Barcelona acaba de inaugurar una interesante exposición en la que se indaga sobre la práctica escultórica. Bajo el comisariado de David Bestué, «El sentido de la escultura» recoge trabajos de autores como Antoni Gaudí, Julio González, Alexander Calder, Joan Miró, Apel·les Fenosa, Lygia Clark, On Kawara, Robert Smithson o Bruce Nauman, entre muchos otros. Entre estos grandes nombres destaca un dibujo con una historia detrás que nos dice mucho de la relación entre dos genios del siglo pasado. Se titula «El beso» y su autor fue Federico García Lorca. En sus trazos está oculta la historia de la relación del poeta granadino con Salvador Dalí.
El dibujo está fechado por el mismo Lorca en 1927, un año decisivo en su vida. Es en ese momento cuando da un paso firme como dramaturgo al estrenar ese verano en Barcelona, de la mano de Margarita Xirgu y con decorados de Dalí, su drama «Mariana Pineda» y con el que logrará un relativo éxito, además de exponer en esa ciudad algunos de sus dibujos. Pone en marcha una revista literaria de vanguardia llamada «Gallo», además de colaborar en otras publicaciones como «Verso y Prosa», «Revista de Occidente» o «L’Amic de les Arts» donde da a conocer su obra todavía inédita. Litoral, el sello de sus amigos Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, editan su poemario «Canciones». En diciembre de ese año, Lorca participará junto con otros autores en el homenaje que en Sevilla se tributa a Luis de Góngora y que será el punto de partida de la llamada Generación del 27. Antes, en verano, ha vuelto a Cataluña, invitado a pasar unos días en Cadaqués por su querido Dalí.
Y de eso va este dibujo: de esa relación. En esta composición vemos dos cabezas unidas en un beso. La central parece un autorretrato del poeta, con mirada triste, que se superpone a otro rostro anónimo alargado. Tras la imagen de Lorca vemos una referencia a algunos de los cuadros dalinianos de esa época como «Naturaleza muerta al claro de luna» o «Mesa delante del mar (Homenaje a Eric Satie)». Son pinturas que tienen como tema principal la unión de las cabezas de Lorca y Dalí. Es como si tratara de un lenguaje en clave, un diálogo que solo pueden seguir los dos amigos. En «El beso», el autor de «Romancero gitano» no puede evitar ser más explícito en el momento de demostrar su amor hacia su amigo catalán, aunque sabe que no es correspondido por el miedo que tiene Dalí a que la relación desemboque en algo físico. Tal vez eso explica la tristeza del autorretrato.
Para que no haya duda del homoerotismo del dibujo, Lorca retrata a los dos protagonistas de la obra con corbata, tal vez una manera de referirse a la elegancia con la que vestían en la Residencia de Estudiantes. Fue allí donde se conocieron y donde empezó una relación que el propio Dalí, al final de sus vidas, definió como «un amor erótico y trágico, por el hecho de no poderlo compartir».
El dibujo fue presentado públicamente, junto con otros originales lorquianos, en la exposición que Lorca realizó en las Galeries Dalmau en 1927, bajo el patrocinio de nombre artistas e intelectuales catalanes. La presencia en la Miró es un regreso a la ciudad donde fue exhibido por primera vez.
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