La manada de Sant Boi

“Las felaciones de la chica fueron voluntarias”

El juicio por la supuesta violación múltiple en Sant Boi queda visto para sentencia con una petición de la Fiscalía de hasta 46 años para uno de los acusados

Uno de los acusados durante su declaración durant la segunda sesión del juicioTSJC15/11/2021
Uno de los acusados durante su declaración durant la segunda sesión del juicioTSJC15/11/2021TSJCTSJC

Los tres acusados de presuntamente agredir sexualmente y hacer fotografías a una chica en un descampado de Sant Boi de Llobregat tras salir de una discoteca de Molins de Rei el 18 de mayo de 2018 han negado haber forzado a la víctima.

En la segunda y última sesión del juicio este lunes en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona, los tres acusados han relatado los hechos y han asegurado que trataron “súper bien” a la víctima.

Han explicado que esa noche conocieron a la víctima en la discoteca, estuvieron bebiendo y bailando y, al salir del local, ellos estaban en el coche y pasó la joven preguntándoles dónde iban y si podía “seguir la fiesta” con ellos.

Un acusado ha relatado que fueron a comprar unas hamburguesas para desayunar, y que se fueron a una montaña a comérselas mientras la víctima le pidió a uno de ellos que “le quitara el sujetador” mientras entraban en el coche.

Posteriormente, han explicado que se fueron a otro descampado y que hicieron chupitos, y que la víctima se tiró “uno de los chupitos por los pechos” y pidió ir a un sitio más privado.

Uno de los presuntos agresores ha manifestado que movieron el coche unos 20 metros y que la víctima realizó una felación a dos de ellos, y ha asegurado que “la chavala estaba bien, en ningún momento estaba chillando”.

“Estábamos de buen rollo de fiesta, tranquilos. Estábamos todos bien a gusto”, ha expresado, y ha explicado que otro grabó e hizo fotografías de la víctima con su consentimiento.

El segundo acusado ha explicado que la víctima le dijo que podía mantener relaciones sexuales con ella y que él lo hizo, y que ella también le explicó que habían “abusado sexualmente de ella o la habían violado”, aunque no recuerda si le dijo que esos presuntos abusos fueron esa misma noche o hacía tiempo.

El tercer acusado ha explicado que la chica estaba perfectamente y que sabía lo que hacía, que “cuando una persona quiere no hay nada malo”, y que él la grabó y le hizo fotografías porque la víctima se lo pidió, aunque al cabo de unas semanas borró los archivos de su teléfono.

Los tres acusados han explicado que después acompañaron a la víctima hasta la estación de Ferrocarriles de Sant Boi de Llobregat.

Al finalizar las declaraciones, el fiscal ha mantenido la petición de penas de 46 años de prisión para uno de los acusados y 43 años de prisión para los otros dos sospechosos, y ha manifestado que los acusados tendrán que indemnizar a la víctima con 45.000 euros, en vez de 30.000, tal y como pedía en el escrito de acusación.

En cambio, en su declaración, la chica explicó a los jueces que los acusados se la llevaron a la fuerza en un maletero y que mientras la penetraban en contra de su voluntad, le decían que “otras chicas no ponen tanta resistencia”.

Durante la sesión del juicio también han declarado médicos forenses y peritos, que han explicado que analizaron muestras de sangre y de orina de la víctima y que dieron un resultado de 1,97 g/l de alcohol en sangre y 0,02 mg/l de drogas en la orina.

También han expresado que la víctima presentaba desorientación, alteración del equilibrio, confusiones, lesiones externas y hematomas, uno de ellos en los nudillos, “que puede ser un signo de defensa”, según una médica forense.

Varios facultativos del Instituto Nacional de Toxicología han explicado que encontraron muestras positivas de espermatozoides y restos biológicos en la ropa y en el cuerpo de la víctima “compatibles” con los investigados, y agentes de los Mossos d’Esquadra han manifestado que investigaron el posicionamiento de los teléfonos de tres de los investigados y que se encontraban en el área de influencia de la discoteca y donde pasaron los hechos.

Por otra parte, dos psicólogas especializadas en forense han explicado que han estudiado el relato de la víctima y que “no presentaba suficientes criterios de verdad con los hechos narrados”, que no es creíble, que no se da concreción y que es casi imposible hacerse una visión general de los hechos, ha dicho una de ellas.

Se ha juzgado a los tres acusados de violar a una joven en 2018 cuando salía de una discoteca en Molins de Rei, en Barcelona. La joven ha narrado ante el juez que apenas recuerda cuántos hombres la violaron y que, desde entonces, no puede ir sola por la calle por miedo y que sufre graves secuelas.

Según su relato, todo comenzó a pocos metros de la discoteca, cuando un coche bajó las ventanillas y varios hombres se dirigieron a ella. “Se acercaron a mí dos. Me cogieron del pelo y me arrastraron. Me subieron al maletero y me metieron dentro. Empecé a dar golpes y a chillar”, ha declarado.

Los agresores condujeron hasta un descampado en Sant Boi de Llobregat. La joven ha contado al juez que no recuerda cuanto tiempo estuvo dentro del coche y que la agredieron sexualmente dentro y fuera del vehículo: “Me bajaron las medias y me subieron el vestido. Uno me cogió de la cabeza y me obligó a hacerle una felación. Recuerdo que fueron tres y que uno eyaculó encima”.

Son tres los acusados de violar a la chica por turnos y también de grabarlo con un teléfono móvil. La chica, que era menor en el momento de los hechos, asegura que intentó defenderse: “Intentaron penetrarme por vía anal, pero no pudieron. Yo me movía y me cogían fuerte de las manos, de las piernas, del cuello y de la cara. Me insultaban, se reían de mí”.

La joven cuenta que después la empujaron a fuera del coche y la dejaron tirada: “Me quedé un rato llorando en el suelo y cuando me decidí, caminé hasta la estación”.