El consejero catalán se niega a contestar en castellano y alienta las movilizaciones a las puertas del colegio de Canet

Cita en Canet de Mar, en la escuela pública del Turó del Drac, epicentro de la polémica a raíz de la petición de una familia para que su hijo de 5 años recibiera más clases en castellano. Una reclamación avalada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ha provocado una auténtica tormenta política y una campaña de acoso al menor por parte de varios sectores del independentismo. Este jueves -día límite para que el centro ejecutara el fallo, cambiara su proyecto y lo adaptara al 25% en castellano en la clase de P5- el consejero de Educación de la Generalitat, Josep González-Cambray (ERC), no ha dudado en desplazarse hasta el lugar y ha cargado contra la resolución judicial tras reunirse con la dirección del centro para, según sus palabras, darle protección, asesoramiento, acompañamiento e información.

Y es que después de mantener una reunión de trabajo de más de dos horas con los responsables de la escuela, representantes del AMPA y familias de la clase en cuestión, Cambray ha escenificado el motivo de su visita a las puertas del colegio infantil: acompañado por la alcaldesa de Esquerra, ha criticado el fallo del TSJC al tildarlo de “ataque intolerable” al modelo lingüístico catalán, ha asegurado como miembro del Govern que respeta las movilizaciones que haya -al ser preguntado por la manifestación independentista organizada mañana- aunque, eso sí, ha condenado cualquier tipo de violencia y acoso en referencia al menor y su familia de 5 años. Y ha terminado negándose a contestar en castellano a los periodistas.

En declaraciones a la prensa y cuando ha finalizado el turno en catalán, varios de los numerosos medios congregados han pedido al titular de Educación de la Generalitat que contestara en castellano, algo a lo que se ha negado. “Hoy es un buen día para subtitularlo”, ha zanjado tras recomendar en varias ocasiones que sus palabras se subtitulen al emitirlas.

Un gesto que ha dicho hacer “en defensa del catalán” y como miembro del Govern en plena polémica por el caso de Canet de Mar. ¡”Es que no tenemos ningún problema lingüístico en las escuelas!”, ha remachado tras calificar de “mentira” el conflicto.

Más allá de la algarada, Cambray también ha alentado las manifestaciones -“que cada uno se exprese y se manifieste en la línea que considere oportuna”- al ser preguntado explícitamente por la convocatoria de mañana a las 16.30 horas a las puertas del colegio coincidiendo con la hora de salida de los menores.

“Cualquier movilización la respetamos y la continuaremos respetando”, ha remachado sobre la protesta independentista impulsada por el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y apoyada por la CUP en defensa de la inmersión y en contra de dar más español en las aulas.

El 25% de castellano, tras modificar el plan lingüístico del centro en aplicación de la sentencia, se aplicará en los ámbitos educativos de ‘racons’, psicomotricidad y educación visual y plástica de los grupos de P5 del Turó del Drac en los que participe el menor cuya familia ha denunciado.