Cataluña

Aragonès avisa al Gobierno: “Estoy dispuesto a ir hasta donde la ciudadanía quiera”

El Govern ha dejado de vetar a los socialistas catalanes como socios para acuerdos de legislatura

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.Toni AlbirAgencia EFE

Pere Aragonès ha querido este jueves subrayar que, pese a que su intención es entablar una negociación política con el Gobierno, tampoco pierde de vista que su objetivo es la independencia de Cataluña y que va a ser sensible a las exigencias de la ciudadanía. “Estoy dispuesto a ir hasta donde la ciudadanía quiera”, ha señalado este jueves, en un momento en que la reunión de la mesa de diálogo se sigue retrasando por voluntad del Gobierno.

Las palabras del president son suficientemente ambiguas para que tampoco le comprometan ante su propio electorado independentista, hastiado de tanta promesa incumplida, aunque también es un aviso a un Gobierno cada vez más inmóvil frente a la crisis política catalana, ya que entiende que ya la ha encarrilado con los indultos. Aragonès, de momento, se muestra paciente y ha querido quitar hierro al retraso de la mesa de diálogo, señalando que lo importante no es si se celebra en enero o semanas más tarde, sino que se concreten avances. “Ahora debe haber avances, pero sobre cosas concretas. La independencia la conseguiremos sumando amplias mayorías sociales, sumando complicidades internacionales”, ha afirmado en una entrevista en “TV3″.

“Obedeceremos la voluntad mayoritaria de la sociedad catalana”, ha añadido Aragonès, quien tampoco ha querido concretar si está dispuesto a seguir los derroteros de sus predecesores, con desobediencias. “No se trata de obedecer por obedecer y desobedecer por desobedecer”, ha aseverado.

PSC

Pere Aragonès y su partido (Esquerra) basaron parte de su campaña electoral del 14 de febrero en mostrarse muy beligerantes contra al PSC (llegaron a firmar un cordón sanitario con el resto de formaciones independentistas) y ese tono de rechazo se ha mantenido durante meses, como prueba también la negociación de los presupuestos de la Generalitat en los meses de noviembre y diciembre. Sin embargo, las circunstancias han obligado a los republicanos a enmendar su línea discursiva hasta el punto de pasar ahora a incluir a los socialistas en la ecuación de gobernabilidad.

El propio Aragonès se muestra ahora abierto en público a incluir a todas las formaciones independentistas y de izquierdas, incluso el PSC, para llegar a acuerdos. “Salvo con la derecha españolista y la extrema derecha, con el resto de fuerzas, sí podemos trabajar para avanzar”, ha señalado este jueves. Y este cambio se ha dado justo en un momento en que el Govern se ha mostrado más urgido que nunca: primero para renovar más de un centenar de cargos, entre los cuales estaban la dirección de los medios públicos (TV3) y ahora para tratar de lograr un acuerdo amplio en defensa del catalán.

Desde que la Justicia dictaminó a finales de noviembre que en la educación catalana se tendrá que impartir un 25% de horas lectivas en castellano, tumbando la inmersión lingüística, el Govern ha tratado de seducir al PSC para ganar fuerza y legitimidad a la hora de imponer medidas a favor del catalán. De entrada, los socialistas ya se han unido al Pacto Nacional por la Lengua creado por la Generalitat.